Para Bonnie Michalek y su esposo, una pareja del norte de California, no fue demasiado difícil encontrar una niñera para su pequeño hijo. ¡Brutus, un Bullmastiff, fue hecho para el trabajo!
Los Michalek han tenido a Brutus desde su nacimiento hace dos años, y desde ese día, solo ha habido un juguete que el animal con una inclinación destructiva no ha "desgarrado en cinco minutos": la sagrada bola amarilla de pelusa. Hace unas semanas, la familia Michalek dio la bienvenida a un nuevo miembro de la familia: Kayden. Dado el temperamento de Brutus, no había duda de que se llevaría bien con el otro primer hijo de la familia.
"Brutus sabía que estaba embarazada antes que yo, definitivamente lo sintió antes de que yo lo supiera. En las noches en que mi esposo trabajaba, Brutus se negaba a estar en su caja".
Cuando nació Kayden, Brutus se fue a vivir con los padres de Bonnie por un tiempo. Cuando regresó, era hora de que conociera a su nuevo hermano pequeño.
"Brutus pasó por alto a mi esposo para encontrarse con Kayden. Inmediatamente quiso darle besos y acurrucarse con él". Desde ese día, Brutus ha asumido el papel de la niñera personal de Kayden. Cada vez que comienza a llorar, Brutus le trae su juguete favorito para consolarlo.
Fuente: The holidog times | Emilie Blanc
