Para el experto Iván Ruiz, quien durante 15 años se ha dedicado al cuidado y baño de perros, esta experiencia debe ser gratificante para ellos. "No hay que ser agresivos cuando se bañe al perro, porque eso solo provoca que se asuste y se esconda cada vez que le toca bañarse. Además, a muchos animales les provoca ansiedad esta actividad higiénica", comenta Ruiz, quien recomienda que el agua debe estar tibia, ya que esto le ayudará a relajarse.
Los expertos sugieren que se utilicen champúes especiales para perros, aún mejor si están fabricados a base de plantas o avena, ya que estos no le quitan los aceites propios del pelaje del animal.
Los perros blancos o de pelaje claro son más susceptibles a ensuciarse. Sin embargo, es preferible elegir un champú sin ningún tipo de blanqueador, ya que en el mercado hay productos con estas características, pero realmente no es necesario.
"Muchos dicen que no hay que mojarles el hocico a los canes porque se resfrían, pero no es cierto", aseguran los entrevistados; sin embargo, sí hay que tener cuidado que no les entre agua en sus ojos y oídos, por lo que se recomienda tapar estos últimos con algodones para evitar que se produzca una infección.
LA TOALLA
Muchas personas prefieren que el animal se seque al aire libre luego del baño, pero es mejor hacerlo con una tolla específica para él, ya que esto contribuirá a que el can no se ensucie inmediatamente después, pues al sentirse mojado su instinto lo llevará a restregarse contra la pared o el piso.
A los perros hay que bañarlos, independientemente de la raza, cada dos semanas para que siempre estén limpios y no sean foco de bacterias. "Al igual que el baño, es importante el cepillado constante. Los perros de pelo largo deben cepillarse dos veces por semana. Los otros, una vez cada 15 días. Esto puede ayudar a que la limpieza posterior sea más fácil", resalta Siekavizza.
SIN PARÁSITOS
Es necesario revisarlo durante el baño para detectar pulgas o garrapatas, que son los parásitos más comunes en la piel del can. Se recomienda adquirir champúes o jabones que las eliminen.
AL COMENZAR EL BAÑO
Primero se debe humedecer el pelaje y luego aplicar el champú o el jabón, con leves masajes, para que se llene de espuma y la limpieza sea profunda. Se debe evitar que el jabón entre en contacto con sus ojos u oídos, para que no se irriten. Se enjuaga bien.
EL CHAMPÚ
En el mercado existen múltiples marcas con diferentes especificaciones, pero los expertos recomiendan aquellos que tengan ingredientes naturales como linaza o avena.
EL SECADO
Un paño limpio y suave es útil para un buen secado. “Que nuestro perro se sienta consentido y querido. Y que después del baño se le dé un masaje en su cuerpo hará que se relaje”, señala Brian Morales.
CÁLIDO FINAL
Se sugiere usar secadoras de pelo, siempre y cuando el animal no se asuste con el ruido de estas. Además, deben colocarse como mínimo a 20 centímetros del perro y la temperatura del aire debe ser media. Este proceso ayuda a desenredar el pelaje y facilita el cepillado final.
Luego del baño es un buen momento para revisar las uñas por si necesitan un corte.
Fuente: prensalibre.com
