Romina González (20), quien llevaba a su hijo en brazos, fue interceptada por un sujeto que la obligó entrar en su casa, al parecer con intenciones de ultrajarla, pero el can de raza Pit Bull ingresó por una ventana, mordió al malhechor y lo puso en fuga.
La oportuna intervención de un perro de raza Pit Bull frustró un intento de abuso sexual en perjuicio de su dueña, que fue abordada por un desconocido cuando llegaba a su domicilio con su pequeño hijo de 13 meses en brazos, y que la obligó a ingresar en el inmueble, oportunidad en que el animal lo atacó, hirió e hizo escapar.
González relató que aproximadamente a las 8 del sábado había salido de su casa jcon su hijo y que volvió una hora más tarde,
encontrándose con un sujeto que estaba parado junto a la puerta de la residencia de su vecina, ubicada delante de la
suya.
"Esquivé a esa persona para entrar a mi casa y en ese momento se me tiró encima, me agarró de la cara, donde me
lastimó, y me metió para adentro a los empujones. Después me sacó al nene de las manos, nos tiró a los dos al piso y se
tiró encima de mí", -aseguró la joven.
"En ese momento el perro, que estaba en el patio, escuchó mis gritos y el llanto del bebé, entró desesperado a la casa por la ventana y se le tiró encima al desconocido", -agregó.
Consideró que el malviviente no quería llevarse nada, sino que el ataque estaba dirigido hacia ella.
"No me golpeó ni quiso robarme, porque en ningún momento me pidió dinero, sino que su intención era abusar de mí. Como el perro sabe abrir la ventana, la abrió, entró y lo agarró. El sujeto me soltó y enseguida me tiré arriba del nene para ver cómo estaba", -continuó.
Sostuvo que el delincuente logró darse a la fuga por la puerta de entrada, que había quedado entreabierta, luego de que el can dejó de morderlo, porque --dijo-- "se dio vuelta para ver al bebé".
"Yo vi que salió de la casa y cerré la puerta. El perro lo mordió; él salió lastimado y sangrando. No puedo asegurar en dónde lo mordió, puede haber sido en el cuello o en la cara. Tal vez lo mordió en las manos, cuando se quiso cubrir el cuello", -añadió.
"En ese momento el perro, que estaba en el patio, escuchó mis gritos y el llanto del bebé, entró desesperado a la casa por la ventana y se le tiró encima al desconocido", -agregó.
Consideró que el malviviente no quería llevarse nada, sino que el ataque estaba dirigido hacia ella.
"No me golpeó ni quiso robarme, porque en ningún momento me pidió dinero, sino que su intención era abusar de mí. Como el perro sabe abrir la ventana, la abrió, entró y lo agarró. El sujeto me soltó y enseguida me tiré arriba del nene para ver cómo estaba", -continuó.
Sostuvo que el delincuente logró darse a la fuga por la puerta de entrada, que había quedado entreabierta, luego de que el can dejó de morderlo, porque --dijo-- "se dio vuelta para ver al bebé".
"Yo vi que salió de la casa y cerré la puerta. El perro lo mordió; él salió lastimado y sangrando. No puedo asegurar en dónde lo mordió, puede haber sido en el cuello o en la cara. Tal vez lo mordió en las manos, cuando se quiso cubrir el cuello", -añadió.
Según el testimonio de la víctima, el agresor tiene entre "25 y 28" años y supuestamente estaba drogado, debido a que le sintió "mucho olor a pegamento".
Romina lo describió como "alto, de aproximadamente 1,80 metros", y tenía tez oscura, cabellos morocho lacios y largos hasta la cintura, presentando una cicatriz en el perfil izquierdo de la cara. "Nunca antes lo había visto", -aclaró la joven.
"La policía puso patrulleros para que buscarlo por los hospitales, porque de acá salió herido y en algún momento se tendría que haber hecho atender. Pero todavía no tuve ninguna novedad sobre la investigación".
"Mi hijo está bien. Cuando el delincuente lo tiró al piso, se golpeó la cabeza; tenía una marquita, pero nada más. Lo llevé al hospital para que lo controlen, pero por suerte no tiene nada", -indicó.
"Anubis".
El Pit Bull que se convirtió en el héroe de esta inquietante historia, tiene ocho meses de vida y se llama "Anubis",
que según las creencias egipcias era el Señor de las Necrópolis, sobre la ribera occidental del río
Nilo. "Si no hubiese sido por él, tal vez que no estaría acá contando lo que pasó", destacó Romina González.
Fuente: La Nueva Provincia
