Dinozzo era un cachorro de zorro salvaje que vivía una vida ordinaria hasta el día en que murió su madre al ser atropellada por un automóvil. Cuando las crías salvajes pierden a sus padres, sus posibilidades de supervivencia son casi inexistentes. Por suerte para Dinozzo, fue encontrado sentado al lado del cadáver de su madre y entregado a un veterinario. Con solo tres semanas de edad, se le dio otra oportunidad de crecer bajo el cuidado de una madre amorosa.
Después de ser revisado por un veterinario, Werner y Angelika Schmaing, una pareja amante de los animales de Oberscheld, Alemania, adoptaron a Dinozzo. Ziva, el perro collie de la pareja con gran instinto maternal, no podría estar más feliz de tener un adorable zorro en la casa. Desde entonces, Ziva ha acogido al bebé zorro como si fuera suyo. La familia también posee dos lechones adoptados y un gato de Bengala llamado Leopold. No solo Ziva ama al zorro bebé; Leopold también ha desarrollado una amistad especial con el dulce zorrito. El perro y el gato punteado han hecho que Dinozzo se sienta muy bienvenido en su nuevo hogar, brindándole el amor que tanto se merece.
Dinozzo incluso ha aprendido algunas cosas de sus nuevos amigos, incluido cómo usar la puerta del gato para entrar y salir cuando quiera. Werner dijo: "Hemos decidido dejarlo vivir como cualquier otro zorro fuera de la casa". A pesar del acceso de Dinozzo para deambular libremente por los alrededores, prefiere pasar tiempo con sus nuevos mejores amigos.
Fuente: White Wolf Pack
