30 mayo 2019

Lass, el perro que aprendió solo a traer a su dueño con Alzheimer de vuelta a casa


Lass es un labrador negro, grande y un poco entrado en kilos, de unos siete años. Entra en la sede del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid tranquilo y ajeno a las cámaras y al hecho de que ha recibido un premio, el que los veterinarios madrileños entregan anualmente y desde 2015 a las empresas, organizaciones, personas particulares y animales "que fomentan el bienestar y la calidad de vida de los animales". 



En ediciones anteriores recibieron este mismo galardón, por ejemplo, el ministro Fernando Grande-Marlaska cuando era magistrado de la Audiencia Nacional; la organización de recuperación de fauna Silvestre GREFA; Renfe, que el primer año de los premios era el único medio de transporte público madrileño que permitía el acceso de las mascotas; o Truman, el perro que protagonizó la película laureada en los Goya y que también era un perro de terapia para niños con autismo. 
El animal premiado este año es un perro de familia, una mascota más entre las miles que hacen compañía a los madrileños. No tiene el reconocimiento de un perro de asistencia o de terapia, pero él solo asumió en cierta medida esa tarea. Lass llegó siendo un cachorro de apenas 2,5 meses a la familia de Mariano, que fue diagnosticado con Alzheimer a la temprana edad de 60 años. 



Sin ningún adiestramiento profesional, sólo uno básico cuando era cachorro, este perro se encomendó a la tarea de guiar a su dueño a casa, cuando la enfermedad, pese a estar en sus estadios iniciales, envolvía para él en neblina la ruta de vuelta.  

Carlos Díaz, hijo de Mariano, explica que descubrieron esta capacidad de Lass por observación, "Nos llevamos varios sustos, pasaba que algún vecino tenía que traerlo a casa. Y siempre que pasaba eso iba sin Lass. Observamos que cuando todos los portales eran iguales, cuando todas las puertas se parecían, Lass le traía de vuelta a casa. Vimos también una vez que mi padre intentó entrar en un portal que no era el suyo y Lass no le dejó. Y es un perro muy fuerte, si se empeña en avanzar es difícil pararlo. Depositamos nuestra confianza en que Lass le traería de vuelta a casa y eso le ha permitido tener unos años de autonomía, de mejorar su calidad de vida el mayor tiempo posible, que es lo mejor podíamos  conseguir". 

Pero en realidad Lass no llegó a casa para eso, ese 'trabajo' nació en él de manera espontánea. "Llegó a casa por una necesidad afectiva", cuenta Díaz, que anima a las personas que estén en una situación similar a buscar el apoyo que puede dar un perro: "Cuando le diagnosticaron la enfermedad era consciente de lo que suponía y se produjo un cuadro depresivo intenso. Lass vino por eso y con su llegada la sensación de soledad disminuye, obliga a salir a la calle y a tener la responsabilidad de tener algo que cuidar; mejoró mucho su estado anímico y, ya de paso, el del entorno familiar".  Díaz confirma que ya no salen solos de paseos, pero la compañía, el estímulo y el apoyo emocional permanecerán hasta el final. 


En la cuarta edición de estos Premios Bienestar Animal, cuyo acto de entrega ha tenido lugar este miércoles, los veterinarios madrileños también  han reconocido la labor de la periodista y escritora Rosa Montero, de Calidad Pascual y del Servicio de Protección de Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), que en 2018 cumplió treinta años trabajando por el cumplimiento de las leyes que protegen a los animales. 
Fuente: 20minutos.es | Melisa Tuya


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