30 abril 2019

Efectos de los niveles de ruido de fondo en los exámenes veterinarios


Las visitas veterinarias dan como resultado signos conductuales y fisiológicos de miedo y estrés para muchos perros de compañía.


Hay una serie de factores que probablemente contribuyen a esta respuesta, pero se sabe poco acerca de los posibles efectos del entorno acústico. El objetivo de este estudio fue evaluar el efecto de los niveles elevados de ruidos de fondo veterinarios comunes en las respuestas relacionadas con el miedo en perros durante un examen físico de rutina en un entorno veterinario. 

Las pruebas se realizaron en una sala de examen en una clínica veterinaria e involucraron a 33 perros de compañía. Todos los perros recibieron un examen físico estandarizado en el que a cada perro se le presentó sin ruido adicional (n = 16, control), o una pista de ruido pregrabada que incluía los sonidos de personas hablando, perros ladrando y puertas metálicas haciendo ruido (n = 17). Esta pista de ruido se reprodujo con un nivel de sonido máximo de 68.0 dB, que es comparable a los niveles previamente registrados en la configuración clínica.


Las respuestas de comportamiento de los perros (lamidas de labios, bostezos, postura reducida, evitación, vocalización, temblores) se calificaron a partir de un video por parte de un observador ciego para cada etapa del examen físico (es decir, examen de la cabeza, palpación de los ganglios linfáticos, palpación del cuerpo, evaluación de la temperatura, evaluación de la frecuencia cardíaca y evaluación de la frecuencia respiratoria). Además, la disposición para acercarse al examinador se evaluó antes y después del examen. 


Para las medidas de comportamiento, se utilizaron modelos mixtos generalizados y las pruebas exactas de Fisher para evaluar los efectos del ruido, la fase de examen, el sexo y la edad, con el perro como un efecto aleatorio. Para la temperatura, se utilizó un modelo lineal general para evaluar los efectos del ruido, el sexo y la edad, y las medidas fisiológicas restantes se evaluaron mediante pruebas t. Solo se aumentó la frecuencia respiratoria con la exposición al ruido de fondo (F1,31 = 6.74, p = 0.0143); No hubo otras respuestas afectadas. Sin embargo, lamer los labios (F5,65 = 4.04, p = 0.003), la evitación (F5,158 = 6.36, p <0.0001) y las reducciones de postura (F5,158 = 3.55, p = 0.0045) aumentaron durante algunas fases del examen. El ruido de fondo solo afectó a una única medida fisiológica durante un examen de rutina, mientras que la fase de examen pareció tener una influencia mayor y afectó a varias medidas de comportamiento. 


Estos resultados sugieren que los efectos de techo no impidieron una evaluación adecuada de las respuestas al ruido. Por lo tanto, aunque el ruido se debe minimizar cuando sea posible, los aspectos del examen en sí deben ser un foco clave de futuras investigaciones que examinen métodos para reducir el estrés en los perros durante los exámenes veterinarios.

Fuente: ScienceDirect /  Applied Animal Behaviour Science (Volume 214, May 2019, Pages 64-71)
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