29 diciembre 2018

La vejez en nuestros perros

La vejez de los perros no es una enfermedad


La geriatría veterinaria es una rama de la medicina veterinaria que estudia los trastornos que sufren los animales de edad avanzada. La vejez por sí misma no debe ser considerada una enfermedad, ya que representa un proceso que se inicia al nacer y que sólo acaba con la muerte. Está caracterizada por un progresivo e irreversible cambio en los sistemas del organismo. 

Generalmente los perros son considerados viejos cuando tienen más de 7 años, aunque hay diferencias debidas al tamaño y la raza, es decir, los perros de talla grande llegan a la vejez mucho antes que los de talla pequeña, estos últimos pueden considerarse viejos a los 11 o 12 años.

Los perros medianos entre los 9 y 10 años, y los perros grandes a partir de los 7 u 8 años; así mismo los perros de raza pura envejecen antes que los perros mestizos, esto tal vez se deba a la gran combinación genética que por el resultado de muchos cruces éstos perros poseen. Existen factores que intervienen en el proceso de envejecimiento como: 

La nutrición
La obesidad es un factor que reduce la expectativa de vida en los perros, la cual en esta etapa se ve incrementada por una acumulación de grasa que se debe a una disminución en la capacidad digestiva. La falta o disminución del ejercicio que realiza también contribuye a que se presente obesidad. 
La pérdida del apetito y por lo tanto de peso ya sea por problemas dentales o bien alguna enfermedad es también un factor que interviene en el envejecimiento debido al menor aporte de nutrientes, puesto que las células pierden la capacidad de regenerarse y cumplir con sus funciones normales. 

El entorno
Los animales que viven en el interior de las casas tienden a vivir más que los que están en el exterior, esto es debido a los cuidados que tienen, como por ejemplo, un lugar caliente donde dormir, una adecuada limpieza de su entorno, una mayor atención a cualquier cambio en su salud, etc. Los perros que han tenido un cuidado constante durante su vida y no han estado sometidos a un gran estrés llegan a vivir más. 

La Salud
Los animales que han sufrido ciertas degeneraciones en órganos y tejidos por enfermedades llegan a presentar mayores problemas al llegar a la vejez. Los problemas de salud durante la vejez los clasificaremos según el sistema que afecten teniendo así: 

Problemas digestivos
El primero es la dentadura del animal, pues si no se ha tenido un suficiente cuidado o higiene de las piezas dentales, éstas empezaran a cubrirse de sarro el cual causa  inflamación e infección de las encías y el resultado puede ser la pérdida del o los dientes afectados. La digestión comienza a ser más lenta y menos eficiente debido a que los músculos del intestino pierden tonicidad, lo cual trae problemas como la diarrea o el estreñimiento. Debes estar atento a los cambios en su conducta alimenticia, y diferenciar si se debe al envejecimiento o bien significa que padece alguna enfermedad para poder tratarla a tiempo. 

Problemas de los sentidos
Los sentidos se debilitan en cierto grado y son muy comunes problemas como la sordera, debido a la calcificación de los huesecillos del oído interno, y la disminución o pérdida de la visión que puede deberse a padecimientos como cataratas, glaucoma, atrofia de la retina, etc. Hay una disminución en el sentido del gusto lo cual lleva a un desinterés por el alimento y por lo tanto a una baja de peso. La capacidad de regular su temperatura también disminuye y una exposición prolongada al frío puede causar hipotermia, es decir, una baja en su temperatura corporal. 

Problemas urinarios
En la vejez los riñones pierden poco a poco parte de su función pero puede el perro no presentar signos clínicos hasta que haya una pérdida importante, lo que causa generalmente una insuficiencia renal la cual se ve reflejada como una pérdida de peso, mala asimilación de los nutrientes de los alimentos y una disminución de la capacidad de filtración de la orina. 

Problemas cardíacos
Durante esta etapa la carga de trabajo del corazón aumenta pues hay un engrosamiento de los vasos sanguíneos, lo que dificulta la circulación esto puede ocasionar una insuficiencia cardiaca que puede ser una causa de muerte en animales viejos. 

Problemas locomotores
Con el paso del tiempo los perros empiezan a presentar dolores en sus articulaciones y llegan a presentar una mayor propensión a las fracturas, esto debido a una menor asimilación de minerales como el Calcio, trayendo problemas como la osteoporosis, que llega a agravarse por situaciones como la obesidad. Existen otros problemas como la artritis que puede llegar a ocasionar pérdida de peso ya que al dolerle las articulaciones se rehúsan a moverse incluso para ir a comer. 

Signos de envejecimiento
Como disminuye la capacidad de regeneración de los tejidos, las heridas así sean muy leves, pueden tardar más tiempo en sanar que antes y disminuye la capacidad de combatir a las infecciones e inclusive aumenta la incidencia de enfermedades como el cáncer. 

Los primeros signos de que tu perro está llegando a la vejez son la aparición de canas, principalmente en su hocico y en sus patas, el pelo se encuentra más delgado, al igual que su piel, se forman callosidades principalmente en los codos, pecho y muslos debido al roce con superficies duras, su masa muscular estará disminuida y por lo tanto sus movimientos se vuelven más lentos y son menos ágiles, particularmente las razas grandes. 

Cambios en la conducta asociados a la edad 
-Generalmente se encuentran más letárgicos, poco interesados por lo que pasa a su   alrededor. 
-Existe una mayor sensibilidad al dolor y se vuelven más irritables. 
-Pueden empezar a aparecer ciertas conductas que antes no presentaba como son: 
-Orinar y defecarse dentro de la casa 
-No querer salir a pasear 
-Dormir más durante el día y menos durante la noche 
-No reconocer a la gente conocida 
-No tolerar que se le acaricie durante mucho tiempo. 
-Ser menos tolerante con los niños. 

Si tu perro ya tiene más de 7 años de edad, es recomendable que lo lleves al veterinario por lo menos dos veces al año, para que le hagan una revisión general. En este momento es cuando más necesita que lo mimen y no lo separes de tu vida diaria, porque esto le ocasiona estrés y por lo tanto problemas de conducta, solo debes tener más precaución con sus cuidados habituales y prestar mucha atención a cualquier cambio en su comportamiento, para que pueda gozar de una magnifica calidad de vida, como la que ha llevado hasta ahora.

Fuente: foyel.com



26 diciembre 2018

El cuidado dental del perro

¿Acaso tu perro no merece una sonrisa impecable?

Por supuesto que a los perros no se les lavan los dientes todos los días como a nosotros, pero sí existen tratamientos preventivos del depósito de sarro dental.
Existen distintos tratamientos dependiendo del estado dental del perro, por ejemplo: si el animal ya tiene depósito de sarro dental, caracterizado en general por presentar mal aliento (halitosis), se deberá realizar entonces en principio una limpieza, ésta se realiza muchas veces con sedante y en algunos casos con anestesia, las placas se eliminan a través de ultrasonido o raspadores dentales. 

La prevención del sarro dental en los perros se basa en limpiezas con líquidos (gel antiplaca) que se aplican 2 ó 3 veces por semana.
La dieta dura como es el alimento balanceado favorece la limpieza haciendo que el diente penetre en el grano.
Los huesos también ayudan, pero existe cierto riesgo de que al tragar astillas o partes de éste se pueda lastimar al tracto gastrointestinal o bien producir obstrucciones (de riesgo quirúrgico)
Cada 6 meses es conveniente acercar a su amigo de cuatro patas al veterinario para un control dental completo, además de un examen clínico general. 

El cuidado dental en el perro

La persistencia de dientes de leche en los perros, la poliodoncia (dientes supernumerarios) y la oligodoncia (falta de dientes) son las tres anomalías genéticas dentarias que se diagnostican con más frecuencia.
Otro grupo importante son la hipoplasia del esmalte, la acromacia, los cuerpos extraños encajados entre los dientes y las fracturas de dientes y caries, con o sin fístula asociada, como enfermedades adquiridas.
No obstante, son sin duda, las periodontopatias las lesiones que lamentablemente ocupan un lugar muy destacado en nuestra rutina clínica diaria.

Las enfermedades de la mucosa bucal del perro, (síndrome gingivitis - periodontitis - placas - sarro dental), es especialmente frecuente en perros de razas miniatura, pequeños y medianos.

A pesar de que son los yorkshire terriers, caniches, y cockers los perros de raza más afectados de sarro dental, le superan en nuestra casuística los cruza o de raza indefinida, por lo que no se puede entonces hablar de predisposición racial de la "enfermedad del sarro", sino más bien de causas favorecedoras: un cariño mal entendido por parte de sus dueños que le permiten "picoteos", o una dieta blanda incorrecta y una carencia total de higiene dental profiláctica.

Entre los perros cazadores en cuya dieta figura el pan duro y los huesos grandes (ya hablamos en otra nota que el pan es malo para la piel y el pelaje) y entre los perros de guardia y defensa, que a menudo ejercitan su dentadura, raramente se diagnostica sarro dental. Ello quiere decir que los alimentos del perro deben ser abrasivos, para que a la vez que los nutren les permita mantener una dentadura sana, y es por lo que aconsejamos que acostumbren a sus perros a alimentos balanceados secos, en lugar de comidas húmedas, y a que traten de eliminar los caprichos en forma de aperitivos que además favorecen la obesidad y otras enfermedades orgánicas.

Es preferible hacer un chequeo periódico con una limpieza de boca superficial mediante sedación, que el tener que someter al perro a una limpieza de boca profunda bajo anestesia general con extracción de piezas dentarias infectadas y no funcionales.
Desgraciadamente el propietario del perro suele solicitar los servicios clínicos veterinarios cuando el olor de boca de su perro es insoportable, cuando el aflojamiento de los dientes le provoca dolor que le impide comer con normalidad, o cuando cambia el carácter de su compañero, que se torna triste y apático o agresivo.

Otras veces,esto se advierte en el transcurso de un reconocimiento previo a la vacunación, ya que el primer signo de alarma, la inflamación y enrojecimiento de la encía, en lugar del color rosado normal, suele pasar desapercibido para el dueño.
Bacterias, hongos, restos de comidas, detritus, minerales de la saliva, se acumulan sobre la superficie dental de la mascota produciendo sarro dental, con reacción inflamatoria de las encías (gingivitis) y su sucesivo depósito forma las placas, que destruyen las adherencias de las encías al hueso, con lo que se originan bolsas en la encía, alcanzando la inflamación las capas más profundas, con destrucción del periodoncio (periodontitis) con aflojamiento y caídas de las piezas dentarias.
Microscópicamente, el sarro dental puede ser de color amarillo, pardo, verde o pardo negruzco, de aspecto muy desagradable; la halitosis (mal aliento) debe ser señal de alarma, ya que a veces el sarro no es visible sin ayuda de colorantes especiales o bien simplemente con localización oculta o subgingival.

Los dientes que más se afectan en los perros por el sarro dental son los caninos, premolares 3 y 4 y molar 1.
No hay que olvidar que la complicación secundaria con úlceras bucales, estomatitis, artritis, nefritis y endocarditis bacteriana son frecuentes, por lo que el tratamiento de elección es la eliminación del sarro dental.
El tratamiento odontológico preferido es la eliminación del sarro dental mediante ultrasonido, con extracción de las piezas dentarias no funcionales y realización simultánea de Gingivectomía.
Lógicamente lo ideal sería no tener que llegar a este extremo. El objetivo de esta cartilla es informar que el mantenimiento de la salud bucal es de suma importancia, ya que con ello mejora el bienestar general, evita la halitosis, se conserva la dentición durante toda la vida y se previenen otras enfermedades sistémicas.

El cuidado dental en perros se apoya en cuatro puntos profilácticos básicos:

1. Ayudar a los mecanismos naturales autolimpiadores de la cavidad bucal, que son la sialorrea, los movimientos linguales y la ingestión de comidas, mediante dietas duras a base alimento balanceado seco, facilitar un hueso grande (que no pueda romper) o "huesos" de cuero fuerte. La idea es que el perro tiene que masticar, usar su dentadura.
2. Limpieza de dientes con pastas dentífricas especiales para perros, aplicada con cepillo de dientes pequeño y de cerdas suaves. Ello requiere adiestramiento y paciencia, pero se consigue que el cachorro se acostumbre a partir de los 6 meses de edad, siendo suficiente como preventivo el cepillado 3 veces a la semana. (Nunca usar pastas dentales para humanos, por su toxicidad)

3. Visita regular al veterinario para un chequeo periódico, que incluya la exploración física de la cavidad bucal. Una visita anual suele ser suficiente en perros jóvenes y en los adultos tal vez sean precisos dos reconocimientos anuales.
4. Eliminación del sarro dental bajo sedación y/o anestesia, cuando sea necesario.



En conclusión, la colaboración del dueño del perro con el veterinario, hará más efectiva la prevención de la higiene bucal y general, lo que de forma directa e indirecta mejorará la calidad de vida del perro, tanto desde el aspecto sanitario, como socio-cultural.

Y no olvidar que el perro hace todo con la boca: agarrar, comer, morder, tironear, etc. por lo  que es fundamental tenerla siempre en buen estado.

Fuente: FOYEL

17 diciembre 2018

El Pug (o Carlino)

Historia del Pug

Las teorías acerca del origen del Pug han provocado grandes debates a lo largo de los años. Algunos creían que la raza era originaria del Lejano Oriente, mientras que otros pensaban que fue en Europa. Actualmente se acepta, mayoritariamente, que el Pug tuvo su origen en China, desde donde pasó a Japón y más tarde a Europa. 



Es también bastante probable que el chato Pug, cruzado con otras razas europeas dolicocéfalas (de cráneo largo), sea antepasado de muchas otras razas braquicéfalas (de cráneo redondo). En China existe, desde hace mucho tiempo, una raza canina llamada Happa (a veces se escribe Ha-pa), que es similar a un Pequinés con el pelo liso. De hecho, mucha gente cree que el Happa podría ser el antepasado del Pug. 

Los perros chatos son conocidos en China con el nombre de Lo-sze y, aunque puede que fueran conocidos en tiempos tan remotos como en el año 1115 a.C., no existen pruebas de su existencia hasta el año 663 a.C. El Lo-sze poseía unas características que lo distinguían claramente del Pequinés: su hocico era diferente, la capa era corta y las orejas eran pequeñas y en forma de hoja de parra. Hacia el año 732 d.C. leemos acerca de la existencia de un can pequeño y chato llamado perro Suchuan pai que fue enviado, junto con otros regalos, de Corea a Japón. 

El nombre «Pug»

La palabra «Pai» fue utilizada para designar a este tipo de perro y es posible que a los oídos europeos este nombre se pareciera al que se utiliza actualmente en Occidente: «Pug». En 1731, se definía la palabra «pug» como el apodo de un mono o un perro. Los titís eran mascotas populares en esa época y es probable que la cara chata del Pug hiciera que compartieran ese nombre.
Otra posibilidad es que el nombre derive de la palabra latina pugnus, que significa «puño», ya que había gente que pensaba que la cara del Pug se parecía a un puño cerrado. La palabra «pug» o «pugge» era también un término cariñoso, aunque puede que también derivara de «Puck», lo que evoca imágenes shakesperianas de una cara traviesa.



En algunos países europeos, el Pug sigue siendo conocido con el nombre de «Mops», que procede de la palabra holandesa Mopshund. El verbo mopperen significa «refunfuñar» y puede que el nombre «Mops» se comenzara a utilizar debido al aspecto arrugado y con el ceño fruncido de este perro.
En Francia, el nombre utilizado fue el de Carlino, en honor a un conocido actor del siglo XVIII famoso por su papel como Arlequín. Se cree que en Francia se utilizó y se sigue utilizando el nombre Carlino debido a la máscara negra de esta raza.

La raza en China

En China, los perros eran frecuentemente tratados casi como miembros de la realeza, e incluso a algunos se les conferían títulos. Eran celosamente vigilados y muchos disponían de sirvientes que les cuidaban y procuraban que dispusieran de todas las comodidades. Por ello, el Pug era poseído, principalmente, por el círculo de la corte o por los miembros de las clases gobernantes y, con frecuencia, estos perros eran tratados como objetos preciosos.
El Pug disfrutó de una gran popularidad en China, por lo menos hasta el siglo XII, pero a partir de ahí el interés pareció decrecer y existen pocas menciones de esta raza hasta principios del siglo XVI.

El Pug llega a Occidente

Actualmente se acepta generalmente que el Pug tuvo su origen en Oriente y que acabó por llegar a Europa. Se parecía mucho a la raza que conocemos hoy día. Mucha gente creía que el Pug procedía de las razas de tipo Mastiff, con antepasados tales como los perros de pelea de la antigua Grecia. Ciertamente, en Europa se dieron algunos cruces extraordinarios, tiempo ha, con el Bulldog, entre otros, pero en China el objetivo era, claramente, criar perros tan fieles al tipo como fuera posible. Son estos perros los que supusieron una firme base para el Pug actual.

Antes de llegar a Occidente, el Pug era popular en toda Asia y parece que llegó hasta Europa pasando por Rusia. Se dice que la zarina Catalina la Grande de Rusia tenía un gran número de Pug y de loros en una misma habitación. Uno no puede sino imaginarse tal escena. Lo que es quizá igualmente fascinante es la imagen que nos podemos hacer al saber que varios de los perros de esta zarina la acompañaban siempre a la iglesia.



El Pug ha estado muy relacionado con Holanda, ya que ha sido muy popular en ese país, y al principio eran llamados «Mastiff Holandeses». Este nombre podría explicar la confusión que surgió acerca del origen de la raza. Los Pug holandeses estaban, ciertamente, destinados a tener una gran influencia en su difusión por toda Europa.
La Compañía Holandesa de las Indias Orientales jugó un papel importante en el comercio con Oriente. Está claro que en muchos de los viajes de vuelta de los barcos se trajeron tanto Pug como Pequineses como preciado cargamento. Se dice que un Pug salvó la vida de Guillermo I de Nassau (llamado el Taciturno) cuando en Hermigny, alrededor de 1572, este rey se encontró con un ataque por sorpresa de las tropas españolas. Cuando el Pug escuchó el rumor de las tropas, armó mucho escándalo, rascando y lloriqueando, y saltó encima del monarca para despertarle. A partir de entonces, Guillermo I siempre tuvo perros de este tipo y, como consecuencia, los Pug fueron la raza favorita en la corte holandesa.

El Pug llega a Inglaterra

Un nieto de Guillermo I de Nassau era Guillermo de Orange, y llegó a Inglaterra con su mujer, María, en 1688, para ocupar el trono inglés. Junto con la pareja vinieron muchos Pug. Cada uno llevaba un lazo naranja en torno a su cuello para denotar que pertenecían a la casa real de Orange. Esta raza pronto encontró aceptación en Inglaterra, donde fue conocida como el Pug holandés, aunque más tarde el nombre que se utilizó con mayor frecuencia fue el de Pug o Pug-dog.

En la Gran Bretaña dieciochesca el Pug se puso muy de moda no sólo en la corte, sino también entre la gente con un cierto rango social. De hecho, cuando las mujeres salían de casa era bastante frecuente que fueran acompañadas por un sirviente ataviado con un turbante y por un Pug. La reina Carlota, esposa del rey Jorge III (1760- 1820), era también muy aficionada a la raza y poseía muchos ejemplares, uno de los cuales aparece en un cuadro que se puede ver en Hampton Court. De todas formas, al final del reinado de Jorge IV, en 1830, el Pug ya no estaba de moda, y hacia mediados del siglo XIX su popularidad ya había declinado.

El declive del Pug no pasó desapercibido, en forma alguna, por el escritor Taplin, que escribió acerca de esta raza: «...no es útil para practicar ningún tipo de deporte, no apropiado para nada útil, susceptible a no tener pasiones dominantes...». Estos comentarios no habrían servido, con toda seguridad, para potenciar la popularidad de esta raza que fue conocida, con enorme rapidez y bastante despectivamente, como «mascota para señoras mayores».
Pero el Pug no quedó falto de aprecio por mucho tiempo, gracias en parte a la reina Victoria, que era una gran aficionada a los perros y que tenía Pug, además de perros de muchas otras razas. Es probable que sus primeros Pug le fueran entregados por parientes de familias reales de la Europa continental. Parece que tuvo estos perros como perros de guardería, cosa de lo más apropiada para esta raza, que se lleva muy bien con los niños.

El príncipe de Gales regaló un Pug llamado Bully a su esposa, la reina Alejandra, antes de partir hacia un viaje por la India. Por supuesto, la reina Alejandra también era muy conocida por su afición a los perros y mostró un gran interés por los certámenes caninos de belleza, actividad crecientemente popular, especialmente entre los propietarios de Pug.
Existían dos líneas o estirpes principales en Gran Bretaña en las primeras décadas del siglo XIX. Un tabernero llamado Mr. Morrison crió Pug de color leonado claro en Waltham Green, y Lord y Lady Willoughby d’Eresby utilizaron ejemplares importados para mejorar el tipo. Existen algunas conjeturas acerca de si los d’Eresby obtuvieron dos Pug de manos de un funámbulo ruso o si se hicieron con un ejemplar de manos de una condesa húngara que vivía en Viena. De todas formas, los Pug de Morrison desempeñaron un importante papel en el desarrollo de esta raza en Gran Bretaña en sus primeros tiempos. Se ha sugerido que los perros del criadero Willoughby procedían directamente del criadero real de la reina Carlota. Con el tiempo, las dos líneas se unieron y así, hasta cierto punto, perdieron su individualidad, aunque hoy día estas características líneas todavía se nos muestran de vez en cuando.

Aunque su leyenda no tiene, necesariamente, ninguna base, los Pug de color albaricoque-leonado Lamb y Moss, también tuvieron un papel destacado. Se dice que sus padres fueron capturados durante el sitio del palacio de verano en China durante la década de 1860 y parece que fueron traídos a Inglaterra por el marqués de Wellesley, donde fueron entregados a una señora llamada Mrs. St. John. Puede que esto no sea del todo cierto, ya que hay varios hechos que no concuerdan con la historia, pero lo que sí es cierto es que estos dos perros fueron los padres de Click, uno de los ejemplares más famosos de la historia de esta raza. Fue un valiosísimo semental que procreó algunas hembras excelentes y también tuvo una gran influencia sobre la raza en los EE.UU.

Pug Negros

En 1877, el color negro fue considerado como un color «nuevo» en esta raza. Siempre se ha debatido acerca del origen de los Pug negros de Lady Brassey, quien exhibió algunos ejemplares de este color en la exposición canina de belleza de Maidstone en 1886. Uno de ellos era Jack Spratt, que puede que hubiera sido adquirido por Lady Brassey durante su corto viaje a China.
De todas formas, aunque entonces se consideró que el negro era un color nuevo, sabemos, gracias a los cuadros de William Hogarth, que los ejemplares negros eran anteriores a esa época. El cuadro de Hogarth House of Cards, pintado en 1730, muestra a un Pug negro. Cien años más tarde, la reina Victoria tuvo uno con manchas blancas. Puede que éste llegara a Inglaterra procedente de China como regalo para la reina.


Se ha dicho que los Pug negros habían sido criados en Inglaterra mucho tiempo atrás, pero como habían sido criados a partir de ejemplares de color leonado y albaricoque, se consideró que se trataba de mutaciones y, por ello eran sacrificados al nacer. De todas formas, también es posible que estos perros «negros» no fueran negros verdaderos (ébano), sino tiznados, y que como resultado no fueran considerados atractivos.
En 1896, se hicieron esfuerzos por exhibir al Pug negro como si se tratara de una variedad obtenida en Inglaterra, pero a pesar del considerable apoyo, no fue permitido. Un famoso Pug negro llamado Nigger Sam era también conocido como «el Pug cantor». Parece ser que cuando se le daba un acorde con el piano o tarareando, captaba la nota y cantaba totalmente afinado. El Pug negro tenía, ciertamente, sus admiradores y se ha escrito que en 1900 dos de ellos fueron vendidos y llevados a Nueva York por un total de 350 libras esterlinas.

El Pug en el arte

Muchos artistas han incluido al pequeño y encantador Pug en sus cuadros y, gracias a ellos, contamos con un buen indicador de los ejemplares en cada época. Goya retrató algunos hermosos ejemplares de esta raza, y a partir de ellos podemos decir que su calidad era alta en España.
William Hogarth (1697-1764) era propietario de un Pug. Su Autorretrato es muy conocido y muestra al artista con su perro. También incluyó a Pug en otros retratos y cuadros de familia.




Reingale es otro artista conocido por pintar animales y que retrató al encantador Pug en sus obras. Muchos libros antiguos de perros incluyen grabados de esta adorable raza, aunque no todos ellos han sido apreciados por los aficionados al Pug. Aunque existen otros muchos retratos dignos de mención, Blonde and Brunette, pintado por Charles Burton Barber en 1879, es uno de mis favoritos y muestra a una joven dama absorta en su libro mientas su Pug descansa cómodamente apoyado sobre su brazo.
La porcelana de Meissen, o la de Dresde, es también famosa por sus figuras de Pug. Los perros tienen unas poses maravillosas y reales, como por ejemplo rascándose o unos cachorros mamando de su madre. Ciertamente, el Pug debe encontrarse entre las razas más populares plasmadas en porcelana y en otros objetos coleccionables. La mayoría de los del siglo XVIII alcanzan precios muy altos e incluso los del siglo XIX son cada vez más escasos. A veces se ven piezas de porcelana en las que los Pug tienen las orejas cortadas y muchos llevan campanillas en sus collares, lo que hace que resulten todavía más encantadores.
Por otro lado, el Pug aparece en cajitas de rapé, recipientes para el tabaco y en pisapapeles, además de en topes de puertas. De una forma un tanto diferente, el Pug también fue retratado por los francmasones alemanes. La imagen del Pug fue utilizada como símbolo de testarudez cuando el Papa excomulgó a los francmasones en 1736.

Citas en las que aparece el Pug

El Pug es una raza tan singular y encantadora que muchos autores notables han escrito en verso y en prosa acerca de ella. En 1685 Tate habla del Pug en Cuckholds-Haven cuando Clogg se compara a sí mismo, entre otras cosas, con un Pug. Cuando entregaba una carta decía: «Querida y delicada dama, soy su pequeño periquito, su gorrión, su melenudo, su Pug, su ardilla». (Un «melenudo» era un perro Maltés).
En 1728, el poeta Gay escribió: El pobre Pug fue capturado y llevado a la ciudad, Allí fue vendido. Como se envidió su suerte, Hecho cautivo en la habitación de una señora.
Y poco después, en 1740, David Garrick habla del Pug en Lethe, or Aesop in the Shades. A Mrs. Tatoo se le describe como a alguien que «tiene un perro Pug y odia a los clérigos».



Gente famosa y sus Pug

Muchas personas muy respetadas y famosas fueron devotos propietarios de Pug durante los siglos XIX y XX. Entre ellos se encontraban la reina Victoria, que tuvo 36 Pug a lo largo de su vida, la reina Alejandra y el duque y la duquesa de Windsor. 




Sotheby’s, de Nueva York, vendió una fabulosa colección de objetos del hogar parisino del duque y la duquesa, y en la sala de licitaciones aparecieron unos 120 Pug para ser subastados. Muchos objetos de recuerdo en los que aparecía este perro alcanzaron precios espléndidos, y un cuadro de un Pug con una muñeca japonesa alcanzó los 36.800 dólares. Incluso una almohada bordada que mostraba la cabeza de un Pug se adjudicó por más de 13.000 dólares y por un grabado de plata del duque de Windsor con el Pug Dizzy se pagaron 18.400 dólares. Un cuadro de un Pug negro sentado en una silla amarilla se vendió por 26.450 dólares.


El Pug en los EE.UU.

En los EE.UU. el Pug fue aceptado para su inscripción en el libro de orígenes genealógico del American Kennel Club en 1885. Allí, al igual que en otros países, se encuentra clasificado en el grupo de perros miniatura. Para la FCI esta raza forma parte del grupo de perros de compañía. La raza es popular como mascota en los Estados Unidos, donde también ha sobresalido en el ring de los certámenes caninos de belleza. 



En 1981, Ch. Dhandys Favorite Woodchuck (propiedad de Robert A. Hauslohner) fue el primer ejemplar de esta raza en ganar el premio al Mejor de la Exposición en el certamen canino de belleza del Westminster Kennel Club. Hasta la fecha éste ha sido el único Pug que ha conseguido este gran triunfo.

Si deseas saber más sobre el Pug te recomendamos la publicación de la editorial Hispano Europea Pug Serie Excellence:  X

Fuente: Mundo Animalia

13 diciembre 2018

Una mujer, sin saberlo, adoptó el mismo perro que tenía cuando era niña


Pennsylvania, EE.UU.
Cuando Nicole Grimes, vio un perro en adopción en Facebook, le pareció extrañamente familiar y dijo que le recordaba a su amada perrita de la infancia llamada Chloe, por lo que decidió adoptarla. 

Hablando a la BBC, Nicole dijo: "Cuando descubrí que ambas se llamaban Chloe, fue realmente extraño. Simplemente me hizo clic cuando me la presentaron como Chloe". Nicole describió el momento en que se encontró cara a cara con su "nuevo" perro. 



"Cuando la dejaron, vino corriendo hacia mí y me lamió la cara. Entonces supe en mi corazón que tenía que ser ella". Sin embargo, su esposo era más escéptico, así que fuimos a revisar el microchip", dijo.

La sospecha de Nicole se confirmó ya que Chloe era, de hecho, la mascota que habían abandonado hace siete años. Chloe fue un regalo de la abuela de Nicole. "Yo tenía 10 años y todo lo que quería era un cachorro. Llevaba un lazo rosa cuando Nana me la regaló".  La abuela de Nicole falleció hace unos años y Nicole dice que la reunión con Chloe ayudó a su familia a procesar su pérdida. 

Nicole recuerda la tristeza del día en que tuvo que entregar a Chloe en adopción. "Mi papá trasladó la oficina a casa, pero Chloe estaba demasiado animada, hacía mucho ruido y papá tenía que estar al teléfono todo el tiempo. "Cuando tenía 14 años recuerdo que papá me recogió en la escuela con Chloe en el asiento trasero. Sabía que teníamos que entregarla". 

Chloe se está acomodando bien en su nuevo hogar con su antigua dueña. "Está un poco más pequeña y no tiene dientes, pero aún le encanta correr", dice Nicole. Chloe ahora está jugando con Violet, la hija de cuatro meses de Nicole."Les encanta jugar, Chloe es muy gentil con Violet y me emociona verlas juntas".



Fuente: BBC News

04 diciembre 2018

Muerte súbita en gatos, ¿por qué ocurre?


La muerte súbita en gatos es algo muy repentino y que llega por sorpresa. Los gatos son genios del camuflaje y el disimulo, muchas veces ni nos hacen notar que están enfermos, incluso cuando el problema es grave, hasta que el estado del problema o la enfermedad están ya muy avanzados. 




Por eso, sin que nos demos cuenta, nuestro gato puede fallecer por muerte súbita y nos quedamos sin saber qué le ha ocurrido. Hablamos de ello.

Causas más frecuentes de la muerte súbita en gatos



La muerte súbita en gatos puede darse por razones muy variadas, tantas que no podemos mencionarlas todas. 
Sin embargo, se sabe que las patologías que más a menudo resultan en muerte súbita son:

Cardiomiopatía hipertrófica 
Un endurecimiento y engrosamiento del corazón que se da sobre todo en gatos esterilizados de mediana edad. Se caracteriza por colorear las encías de azul (cianosis), dificultar la respiración y alterar el ritmo cardíaco, además de vómitos y disminución del apetito.

Peritonitis infecciosa felina (FIP) 
Produce pérdida de apetito y peso, lesiones oculares y deshidratación.

Virus de la Inmunodeficiencia Felina (Sida felino) 
Diarrea, gingivitis, fiebre crónica, malestar, desórdenes neurológicos… Sin embargo, a menudo es asintomático hasta poco antes de la muerte.

Toxoplasmosis
Falta de apetito, pérdida de peso, fiebre, diarrea, vómitos, tono amarillento en la boca y la piel y glaucoma. Esta enfermedad es una zoonosis, se puede transmitir a los humanos. No se aconseja que personas inmunodeficientes ni embarazadas tengan contacto con gatos enfermos de toxoplasmosis.

Gusano del corazón 
Tos, vómitos, pérdida de peso, fallo cardíaco.

Tratamiento y prevención de la muerte súbita en gatos
Como puedes ver, estas enfermedades que provocan muerte súbita en los gatos tienen síntomas muy similares, muchos de los cuales también son comunes en enfermedades leves. Por eso, no son muy sencillas de diagnosticar y tratar, a veces cuando se quiere determinar qué enfermedad es, es demasiado tarde. Incluso acertando con el tratamiento, generalmente es sólo paliativo y a menudo estas enfermedades tienen un desenlace fatal.



No es raro que el gato muera súbitamente por alguna de estas enfermedades sin que se haya determinado y es necesario recurrir a una necropsia para saber la causa del fallecimiento.
La muerte súbita en gatos es complicada de evitar y muy impredecible. Para asegurarte de que mantienes a raya estas y otras enfermedades o que las tratas a tiempo si aparecen, es muy importante que lleves periódicamente a tu gato al veterinario para que le haga revisiones completas de salud.

Fuente: wakyma.com/blog/

01 diciembre 2018

Perro perdido en Nueva York apareció a 2.000 km

La historia de Sinatra, un perro Husky, sigue siendo un misterio para su familia: desapareció de su casa en Baltimore, Nueva York, y fue hallado deambulando cerca de Tampa, Florida. Aún nadie sabe cómo hizo para recorrer los casi 2.000 kilómetros que dividen ambos lugares.

Sinatra fue un regalo para la adolescente Zion Willis de parte de sus padres en su cumpleaños número 14. La joven, que era bailarina y amante de los animales, rápidamente se encariñó con su mascota.

Al cachorro le encantaba perseguir mapaches y ardillas, y tenía un vínculo muy fuerte con su dueña. Pero todo cambió en 2015, cuando Zion quedó en medio de un tiroteo en Brooklyn y perdió la vida a los 16 años.

Sus padres siguieron cuidando a Sinatra y por eso fue una tragedia cuando se extravió en mayo de 2017. El animal había salido a la vereda y nunca más lo volvieron a ver. Empapelaran el barrio con folletos y lo buscaron sin éxito por casi toda la ciudad.



Pasaron 18 meses antes de que una adolescente de 13 años llamada Denise Verril, encontrara a Sinatra cerca de su casa, en la localidad de Seffner, en Florida. Sus padres y una amiga de la familia, Jeanne, comenzaron a buscar a los dueños, y lo llevaron a un veterinario quien no logró recuperar el chip de identificación porque estaba averiado.

Luego se dirigieron al Centro de Recursos para Mascotas del Condado de Hillsborough, donde intentaron descifrar el número que marcaba el chip y allí les dieron un nombre: Willis Les. Jeanne buscó en las redes sociales hasta dar una persona llamada "Lesmore Willis", y creyó que podría ser el dueño del animal.

“Nunca hubiera pensado que era de Brooklyn. Le envié un mensaje a Lesmore a través de Facebook y no creí que conduciría a algo cuando vi de dónde era”, contó Jeanne al medio Tampa Bay Times. Unos días después, Willis le responde el mensaje y le dijo que su perro tenía un problema en la pata derecha. De ser así, definitivamente se trataba de Sinatra.

Jeanne le envió una foto y el hombre de Nueva York confirmó que era su perro. “Le dije que estaba seguro y bien cuidado con Denise”. Willis le habló sobre el amor que sintió su hija por su perro y el vínculo fuerte que tuvieron: "Por eso cuando Sinatra se perdió fue como perder una parte de Zion".

Aún nadie sabe cómo hizo Sinatra para ir de Nueva York a Florida. Posiblemente, alguien lo subió a un auto y tuvo la intención de adoptarlo, pero el perro volvió a escapar. O lo abandonaron. La realidad es que Sinatra volverá con su familia de Nueva York en los próximas días, cuando los Willis viajen a reencontrarse con él.

Fuente: Clarín