28 febrero 2018

Medicar al perro

Medicar al perro sin consultar al veterinario. Una práctica peligrosa.

Los medicamentos fabricados para las personas pueden resultar tóxicos para el perro, e incluso provocar su muerte. Esto explica que nunca se deba medicar al can, ni proporcionarle fármacos humanos sin consultar antes con su veterinario. Sin embargo, medicar con fármacos humanos es peligroso y bastante habitual. El ibuprofeno está entre los fármacos más ofrecidos al can sin preguntar antes al veterinario. Pero debemos recordar que el perro no es una persona, por lo que su organismo no acepta ciertas sustancias que, sin embargo, sí toleran los humanos. 
 
Cuando el perro padece un malestar, no es infrecuente que el dueño piense en la posibilidad de recurrir a sus propias medicinas para paliar el dolor de su can, con el fin de ahorrarse la visita al veterinario. "Si yo, cuando tengo fiebre, me tomo esta medicina, cuando el perro tenga fiebre, le ofreceré la misma". 
 
La industria de la medicina veterinaria ha avanzado mucho; y ahora hay medicamentos específicos para los perros, cuyos prospectos indican cuántas tomas, y qué cantidad debe tomar el animal, en función de su peso.
El problema, frecuente y peligroso, viene cuando los dueños medican a sus perros con los mismos productos que utilizarían para ellos mismos. Sin saber ni la dolencia de su mascota, ni la cantidad de medicamento que deben suministrarle.

Esta imprudente práctica no es, sin embargo, tan extraña. Casi uno de cada tres propietarios de perros no consulta con el veterinario antes de automedicar a sus amigos de cuatro patas, según un estudio realizado por la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología, con sede en Chile. En el estudio 'Uso de medicamentos por parte de propietarios de mascotas' el veterinario Flavio Briones Silva, autor del ensayo, pudo comprobar cómo el 42% de los dueños de animales, además, tampoco acude a la consulta del veterinario para vacunar a sus perros. O bien inyectan ellos mismos a sus mascotas, o bien acuden a amigos y familiares médicos o enfermeros.   

Cuando un propietario ofrece una medicación humana a su animal, suele hacerlo con buena intención. Lo que seguramente ignora el propietario es que sus medicinas pueden provocar una grave intoxicación al perro e, incluso, su muerte.

Los antiinflamatorios, como el ibuprofeno, y los analgésicos, como el paracetamol, se encuentran entre los fármacos que en más ocasiones los propietarios ofrecen a su perro, sin consultar antes con el veterinario. Este tipo de medicamentos, muy generalizados entre las personas, se utilizan por sus cualidades para prevenir o minimizar la inflamación de ciertos tejidos.

Debemos tener en cuenta que el perro no es una persona, por lo que su cuerpo tampoco funciona igual que el nuestro; ni es capaz de atacar las medicinas que son inofensivas para las personas del mismo modo. Las enzimas del perro que deben atacar a los fármacos son diferentes a las nuestras, y también es distinta la forma de eliminar las sustancias que tiene nuestra mascota.

Esto explica que muchas sustancias que contienen los fármacos humanos no salgan del cuerpo de nuestro amigo de cuatro patas. Su organismo, sencillamente, no está preparado para sintetizarlas o eliminarlas. Estos componentes tóxicos quedan acumulados en su cuerpo, en órganos como el hígado y los riñones. Lo que explica que, con el tiempo, se puedan producir graves daños, hemorragias e, incluso, el fallecimiento del animal. 

No sirve, tampoco, tratar de calcular la cantidad que debe ingerir el perro extrapolando la información que contienen los prospectos para los niños o para el adulto, y haciendo el cálculo en función del peso de nuestro can. El perro, sencillamente, no es una persona, sino un animal con una gran variedad de tamaños, peso y razas. 

Razones de peso para no dar medicinas humanas al perro

  • Recuerde que los medicamentos humanos pueden ser peligrosos, e incluso mortales, cuando los ingiere un perro.
  • Nunca ofrezca a su can fármacos para personas sin la prescripción de su veterinario.
  • No trate de calcular la dosis que debe ingerir el perro extrapolando la información que contienen los prospectos para los niños o para el adulto: es peligroso.
  • Tenga en cuenta que el mercado veterinario ha avanzado de forma notable: existen productos específicos para el perro que velan por su seguridad.


    Fuente: eroski consumer