29 septiembre 2017

Diferencias de domesticación entre el perro y el lobo

Los perros y los lobos son genéticamente tan similares, que para los biólogos ha resultado difícil comprender por qué los lobos permanecen ferozmente salvajes, mientras que los perros pueden convertirse con facilidad en "el mejor amigo del hombre"
 
Ahora, los resultados de una nueva investigación sugieren que estas conductas distintas están relacionadas con las primeras experiencias sensoriales de estos animales y con su período crítico de socialización. Hasta ahora, se sabía muy poco sobre el desarrollo sensorial en los cachorros de lobo, y era común que se extrapolaran ideas sobre ellos a partir de lo que se sabe de los perros.

 
                                                                  
                                                       
Para iluminar esta área oscura del conocimiento, la bióloga evolutiva Kathryn Lord, de la Universidad de Massachusetts en Amherst, EE.UU, estudió a 11 cachorros de lobo de tres camadas diferentes y 43 cachorros de perro ( Border Collies y Pastores alemanes) que fueron criados por sus madres y otro grupo de 10 cachorros Pastores alemanes que fueron criados a mano, es decir, un ser humano se introdujo poco después del nacimiento, y estudió sus reacciones ante olores, sonidos e imágenes, tanto los que les resultaban nuevos como los que ya conocían, y evaluó a los animales semanalmente. Constató que unos y otros desarrollan sus sentidos al mismo tiempo. Sin embargo, su estudio también ha revelado datos nuevos y cruciales sobre cómo estas dos subespecies de Canis lupus experimentan la percepción de estímulos de su entorno durante una ventana de desarrollo de cuatro semanas conocida como período crítico de socialización, y los nuevos hallazgos pueden cambiar significativamente lo que se sabía hasta ahora sobre el desarrollo en el lobo y en el perro.



Cuando la ventana de socialización está abierta, los cachorros de perro y de lobo empiezan a caminar y a explorar sin miedo, y durante toda su vida conservarán un sentimiento de familiaridad con las cosas con las que tengan contacto en este periodo. En esta fase, los perros domésticos pueden entrar en contacto con personas, caballos e incluso gatos, y sentirse cómodos con ellos para siempre. Pero a medida que avanza este período, el miedo aumenta y después de que se cierra esta ventana, las imágenes, sonidos u olores nuevos provocarán una respuesta de miedo y recelo, y en consecuencia el impulso del animal a defenderse por todos los medios, incluyendo atacar.

 Mediante observaciones, Lord confirmó que tanto los cachorros de lobo como los de perro desarrollan el sentido del olfato a la edad de dos semanas, el del oído a las cuatro semanas, y el de la vista a las seis semanas, como promedio.

Sin embargo, estas dos subespecies entran en el período crítico de socialización a edades distintas. Los perros comienzan este período a las cuatro semanas de edad, mientras que los lobos lo hacen a las dos semanas de edad. Por tanto, cada especie experimenta el mundo durante ese transcendental mes de manera muy distinta, y esto probablemente conduce a caminos de desarrollo diferentes.

Lord ha comprobado también que, en contra de lo que suele creerse, los cachorros de lobo todavía son ciegos y sordos cuando empiezan a caminar y a explorar su entorno a la edad de dos semanas. Cuando los lobos comienzan a explorar, dado que son ciegos y sordos, en esta etapa, se basan principalmente en el olfato.
 
Cuando los cachorros de lobo comienzan a escuchar, al principio sienten miedo de los sonidos nuevos, y cuando comienzan a ver también sienten miedo inicialmente de los nuevos estímulos visuales. A medida que cada sentido se activa, los cachorros de lobo experimentan una nueva ronda de impactos sensoriales que los cachorros de perro no experimentan.

Entretanto, los cachorros de perro sólo comienzan a explorar y a caminar después de que los tres sentidos (el olfato, el oído y la vista), están funcionando, lo cual les ahorra bastantes sustos.
                                                                   
En general, resulta bastante sorprendente cuán diferentes son los perros de los lobos a esa temprana edad, teniendo en cuenta lo cercanos que están genéticamente.

Lord argumenta que estas significativas diferencias en las experiencias asociadas al desarrollo que viven los cachorros de lobo y de perro, los sitúan en caminos muy diferentes en lo que se refiere a la capacidad de formar lazos sociales con individuos de especies distintas, incluyendo, significativamente, al Ser Humano.

Fuente: noticiasdelaciencia.com