29 septiembre 2017

Diferencias de domesticación entre el perro y el lobo

Los perros y los lobos son genéticamente tan similares, que para los biólogos ha resultado difícil comprender por qué los lobos permanecen ferozmente salvajes, mientras que los perros pueden convertirse con facilidad en "el mejor amigo del hombre"
 
Ahora, los resultados de una nueva investigación sugieren que estas conductas distintas están relacionadas con las primeras experiencias sensoriales de estos animales y con su período crítico de socialización. Hasta ahora, se sabía muy poco sobre el desarrollo sensorial en los cachorros de lobo, y era común que se extrapolaran ideas sobre ellos a partir de lo que se sabe de los perros.

 
                                                                  
                                                       
Para iluminar esta área oscura del conocimiento, la bióloga evolutiva Kathryn Lord, de la Universidad de Massachusetts en Amherst, EE.UU, estudió a 11 cachorros de lobo de tres camadas diferentes y 43 cachorros de perro ( Border Collies y Pastores alemanes) que fueron criados por sus madres y otro grupo de 10 cachorros Pastores alemanes que fueron criados a mano, es decir, un ser humano se introdujo poco después del nacimiento, y estudió sus reacciones ante olores, sonidos e imágenes, tanto los que les resultaban nuevos como los que ya conocían, y evaluó a los animales semanalmente. Constató que unos y otros desarrollan sus sentidos al mismo tiempo. Sin embargo, su estudio también ha revelado datos nuevos y cruciales sobre cómo estas dos subespecies de Canis lupus experimentan la percepción de estímulos de su entorno durante una ventana de desarrollo de cuatro semanas conocida como período crítico de socialización, y los nuevos hallazgos pueden cambiar significativamente lo que se sabía hasta ahora sobre el desarrollo en el lobo y en el perro.

Evitar la agresividad


¿Qué hacer para que nuestro dulce cachorro no se convierta en un monstruo?

Una de las cosas que siempre tenemos que recordar de los perros es que son agresivos por naturaleza. Son descendientes de uno de los carnívoros más exitosos: el lobo, y como tales, tienden a ser territoriales y agresivos. 
Es por eso que nosotros, como propietarios de un perro, debemos cuidar que su educación y entrenamiento no lo hagan agresivo y sí un animal que pueda convivir con otros de su especie así como otras personas aunque sean desconocidas. 



Un animal agresivo no solo es muy difícil de manejar sino que puede ser peligroso para otras personas, sobre todo niños. No es necesario hacer recuento de lo terrible y doloroso que puede ser el resultado de un ataque por parte de un animal de estas características. 

Por eso mismo quiero dejar en claro que, cuando se habla de agresividad y el control de ésta, el único y final responsable de todo es el humano. Depende del dueño entrenar un animal para que no sea un peligro para los demás.

Socialización o presentación en sociedad

Puede que la principal causa de la agresividad de un perro esté basada en que no está acostumbrado a vivir en sociedad; lo que nosotros como propietarios debemos de hacer desde el principio es acostumbrar a nuestro perro a la convivencia social.
Salir y caminar, ir a parques, que vea que existen más animales y personas y que a veces hay que interactuar con éstos. De esta manera el perro aprenderá cómo comportarse ante la presencia de gente y otros perros. No hay nada más triste, y con la capacidad de transformarse en un bestia rampante, que un perro abandonado a su suerte en una azotea o en una jaula. 

Otro factor que requiere de suma atención es el de la mordida. 
En este caso regresamos de nuevo a los principios: como animal depredador, los perros dependen de su mordida y de su dentadura, por lo que, sobre todo cuando son jóvenes, tratarán de morder todo lo que encuentren. Para evitar esto, también desde muy jóvenes, hay que dejar muy en claro que es lo que se puede y que es lo que no se puede morder.

Para este entrenamiento existen una serie de juguetes “mordibles” que son ideales para derivar las ansias mordedoras de una forma adecuada. Tenemos que estar pendientes de que el perro no muerda objetos (y menos personas) y cada vez que lo intente reprenderlo y tratar de desviar su atención hacia el juguete; con el tiempo sabrá que no todo es “mordible” y que nosotros, no queremos que lo haga con ciertos objetos.

Vivir en grupo

Decía en un principio que los perros tienen el instinto de vivir en grupos y esto es muy importante: los grupos de perros y lobos son muy jerárquicos, con una serie de niveles donde los más fuertes dominan a los más débiles. 
Cada perro dentro de la manada tratará de ascender al máximo posible y esto lo tiene que hacer a costa de intimidar a otros. Esta costumbre no ha sido eliminada; el perro cree que una familia humana es una jauría con sus debidas jerarquías y, como integrante de tal, tratará de ascender intimidando a otros miembros. 
Por supuesto que esta reacción ante sus “compañeros” de jauría también varía acorde a la personalidad del perro, de la forma en que haya sido educado y de su raza. 

Depende de nosotros que esto no ocurra más allá de meros gruñidos y muestras agresivas. Para ello es necesario, cuando detectemos esta actitud, recurrir a reprimendas verbales, alejarlo de la familia e ignorarlo por el resto del día. De esa manera el animal sabrá que su actitud le causa problemas. Claro que esto es en caso de que no se presenten agresiones peligrosas; si es así lo mejor es consultar con un especialista para que nos recomiende otra forma de vencer esa agresión natural por parte del perro.
  

Un poco de amor

Sin embargo a pesar de de todo lo que se pueda decir al respecto es que los perros son seres que sienten y como tales, responderán de una forma similar a la que son tratados: si un perro recibe golpes y malos tratos, lo más seguro es que se transforme en una criatura muy agresiva, por lo contrario, si nosotros le entregamos amor y cariño lo más seguro es que ese animal crezca y se desarrolle de una manera muy diferente. 

Un perro que no responde a ninguno de los tratamientos debe de ser puesto en mano de un especialista quien nos podrá recomendar el mejor tratamiento o educación; por lo pronto, la recomendación (de siempre) es la de cuidar, respetar y tratar de manera humanitaria a cualquier animal que caiga en nuestras manos.

Ellos no pueden elegir a su amo, nos toca a nosotros elegir la mejor forma de tratarlos.



Fuente: www.petfacebook.com.mx

28 septiembre 2017

El código de colores en los collares que avisa del carácter del perro


Se trata de dotar de significado a cada color para que hable de la personalidad del perro: de esta manera las personas sabrán cómo interactuar con él. En el mundo equino, la mayoría de jinetes conocen que un caballo que lleva un lazo rojo en la cola es un caballo que patea. El color es un aviso para mantener la seguridad en humanos, otros animales y para que el caballo que lo lleva no sea molestado, y por tanto pueda estar en calma.

Un código de colores de aviso parecido se ha trasladado al mundo canino. Con este sistema se intenta “educar” al público sobre las necesidades y personalidades de cada perro. Una idea que empezó con un lazo amarillo atado a la correa, al collar o al cuello del can, ahora cuenta con una amplia gama de colores, collares y prendas.

Dotando a los colores de significado se pretende crear una señal clara y universal que advierta a desconocidos sobre el comportamiento del animal con su entorno, personas y otros perros. De esta manera se evitarían situaciones de conflicto no deseadas por las dos partes.



The Yellow Dog Project

Esta organización sin ánimo de lucro nace el día 13 de septiembre de 2012 y fue creado con la intención de la intención de educar a las personas sobre la necesidad de preguntar a los dueños antes de acercarse a acariciar a un perro, y antes de permitir que niños y otros perros se acerquen. En algo menos de cinco años, el proyecto ha llegado a más de 40 países en los que se busca educar sobre la mejor forma de acercarse a los perros.

A través de un lazo amarillo atado a la correa o al collar del perro, The Yellow Dog Project intenta concienciar a las demás personas de las necesidades de espacio que pueda tener un perro por que esté siendo entrenado, porque se esté recuperando de alguna cirugía o tratamiento médico, porque sea un perro muy nervioso, porque esté en celo o por qué quizás no sea demasiado amistoso con desconocidos.

“Son los perros que necesitan espacio. No son agresivos, sino perros que tienen problemas de miedo, dolor, son perros de rescate o refugio que aún no ha tenido suficiente entrenamiento o dominio de la obediencia; están entrenando para el trabajo o están de servicio”, explican.

Además la organización aclara que el uso del identificativo amarillo no implica, en ningún caso, que el dueño del perro deba obviar el entrenamiento que su can necesita. Tampoco es una confesión de culpa, ni un motivo para avergonzarse del perro.


Más colores

Además de este proyecto, la empresa Friendly Dog Collars propone añadir más colores a la ecuación y se encarga de la venta de accesorios como collares, correas y arneses que especifícan con colores y palabras cuál es la actitud del perro.

Su fundador es Jon Saville, un hombre que se candó de los prejuicios de las personas cuando paseaba con su perro, un Staffordshire Bull Terrier -una raza considerada potencialmente peligrosa-. Así decidió desarrollar estos accesorios y su propuesta se ha puesto de moda entre propietarios de animales de todo el mundo ya que realiza un esfuerzo de sensibilización entre la población de amantes de los perros.

Este código de colores o su “sistema simple de semáforo” intenta darle voz a tu perro porque aunque no la tienen “necesitan que otros conozcan su personalidad”. Así, explican, “conseguirán tener pasemos más tranquilos”. Estos son los significados de los distintos colores:


- Rojo: precaución, quiere decir que no debemos acercarnos a estos perros.



- Naranja: no perros, quiere decir que el perro no se lleva bien con otros canes.



- Amarillo: tiene dos significados. El primero es nervioso, que implica que el perro puede ser impredecible. Y el segundo “adóptame”, que quiere decir que el perro busca un nuevo hogar.




- Verde: amistoso, hay vía libre para que perros y personas se acerquen a este can.



- Azul: de nuevo dos significados, aunque muy similares. En entrenamiento o de servicio, por lo que no se debe molestar a estos perros.



- Blanco: perro ciego o perro sordo, el can tiene alguna discapacidad.



- Morado: no alimentar a este perro.



Al igual que con ocurre con The Yellow Dog Project, el uso de estos collares no exime al dueño del perro de darle la educación que necesita para superar los posibles problemas que tenga.


Fuente. La Vanguardia / Rosa Varona

19 septiembre 2017

Ansiedad por separación



"Pancho", un Boxer de 1 año de edad produce destrozos en la casa al dejarlo solo.



Fue adquirido en un negocio de mascotas a los 4 meses de edad proveniente de un criadero. La familia está formada por un matrimonio con dos hijos adolescentes.

La conducta destructiva comenzó a los 7 meses de edad. Actualmente cuando queda solo lo recluyen en la cocina donde tira el agua, llora, ensucia las paredes con las patas, rasca la puerta. Es muy apegado a la dueña, queriendo estar siempre cerca de ella. Hay rituales de salida y llegada.  Cuando ella llega se agita, salta, babea, recién luego de un rato se calma. Come dos veces por día antes que los dueños. Pide comida en la mesa. Duerme sobre la cama de la hija. En el consultorio está pendiente de la dueña saltándole constantemente.

Diagnóstico: Ansiedad por Separación

Se trata de un trastorno del comportamiento que se presenta en perros de cualquier sexo, raza o edad, cuando son separados de su propietario.

Algunas de las conductas presentadas son:

•    Vocalización
•    Destrucción de mobiliario o artículos personales del dueño.
•    Rascado, hábito de excavar, masticación.
•    Micciones y defecaciones dispersas.
•    Vómitos, diarrea, ptialismo excesivo.
•    Anorexia, bulimia, potomanía.
•    Excesivo lamido hasta auto-mutilación.
•    Hiperactividad, depresión.
•    Saludos muy intensos al reencuentro.
•    Manifestaciones de gran apego con el dueño.

     

Etiopatogenia


Se trata de un hiperapego con uno o varios miembros de la familia alrededor del cual centra toda su actividad. Generalmente el cachorro es separado de su madre a los 2-3 meses de edad y genera un apego con uno de sus propietarios, a menudo aquel que le da la comida, los cuidados y el que le brinda más cariño. Si al llegar a la pubertad no ocurre el desapego (cosa que de permanecer con la madre ocurriría sistemáticamente), se genera un estado de dependencia afectiva que es el origen de la Ansiedad por Separación, apareciendo algunos de los signos antes descrito. Hay una exacerbación del comportamiento exploratorio buscando al ser de apego.

Existen además factores que incrementan esta patología, por ejemplo los rituales de salida y llegada que realiza el propietario con el fin de apaciguar al perro.


Otros factores desencadenan o predisponen la Ansiedad por Separación, por ejemplo:

•    Cambios en horarios,  en la rutina del dueño o más horas solo.
•    Mudanzas.
•    Luego de estar en un pensionado.
•    Menos atención del dueño por la presencia de un bebé u otro motivo.
•    Factores ambientales como menos tolerancia al ruido en los animales que viven en la ciudad.
•    Factores socioculturales como mayor predisposición en aquellas familias sin hijos o cuando estos son adolescentes o donde recientemente murió otro perro.

Es necesario hacer un diagnóstico diferencial con otras patologías que pueden presentar algunos de estos signos, como Síndrome de privación, Sociopatías, Síndrome de hiperapego del adulto, Depresión de involución, Síndrome de hipersensibilidad-hiperactividad, Conductas destructivas de otro origen, Mal aprendizaje del aseo, Comportamiento normal del cachorro.


Tratamiento:

El tratamiento se basa en una combinación de un tratamiento cognitivo-conductual, ambiental, metodológico y farmacológico.

Tratamiento Cognitivo:

•    Modificar la relación del animal con su dueño favoreciendo el desapego no respondiendo a sus exigencias
•    Que no duerma cerca del dueño.


Tratamiento Ambiental:

•    Incrementar el ejercicio estableciendo 2-3 paseos diarios, especialmente antes de quedarse solo.      
•    Estimulación del entorno con juguetes para masticar, huesos de cuero, etc.    
•    Que no quede el animal encerrado en una sola habitación, por ejemplo que  tenga acceso a un patio. 
•    Proporcionarle otro animal de compañía.   

      
Tratamiento Metodológico:

•    Obediencia: que responda a las órdenes de sentado y quieto para acostumbrarlo a estar lejos del dueño y para controlar la excitación al regreso.
•    Desritualización de las partidas y del regreso ignorando al perro 20 minutos antes de irse y lo mismo al regresar hasta que se calme. 
•    Desensibilización a  las señales de partida (tomar las llaves, abrir y cerrar la puerta, etc.), realizándolas pero no saliendo realmente.
•    Habituación a quedarse solo ausentándose el dueño por períodos muy breves aumentando el tiempo gradualmente. 
•    Contracondicionamiento asociando las partidas con afecto, alimento o señales que asocie con el dueño.


Tratamiento Farmacológico:

•     Benzodiazepinas: (reservado para la terapia a corto plazo de pacientes en situaciones puntuales)   
•    Antidepresivos tricíclicos: (para tratamientos prolongados y es la medicación específica)
          
La Ansiedad por Separación es una patología del comportamiento frecuente en la población canina cuya etiopatogenia es bien conocida. 

Las medidas terapéuticas señaladas anteriormente deben ser indicadas solamente por el médico veterinario especialista, el que luego de hacer un completo exámen del comportamiento determinará cuales y de que forma implementarlas.

En caso de NO realizar el tratamiento adecuado puede evolucionar en forma lenta de una ansiedad intermitente a una permanente o generalizada y a largo plazo en una depresión de involución.


Fuente: FOYEL/ María V. Ragau (m.v.)



18 septiembre 2017

Displasia de cadera en perros


La Displasia de Cadera (DC) de los caninos es una alteración de la conformación normal de la articulación. Si bien la afección es altamente heredable, no es congénita o sea, al nacimiento no está presente. Este último motivo es el que dificulta enormemente su erradicación ya que el criador no puede descartar un animal que será displásico al nacer y solo puede ser diagnosticada fehacientemente a partir de los 3 a 4 meses de edad, momento en el cual el cachorro esta en manos de sus nuevos dueños.



¿Cualquier perro puede verse afectado? 

Si bien la DC puede afectar a cualquier perro, de cualquier tamaño, inclusive a animales mestizos, aparece más comúnmente en razas de perros grandes y gigantes, y es precisamente en estos donde la herencia juega un rol importante.

¿Cuáles son la razas más afectadas?  

El Ovejero Alemán, el Rottweiler y el Labrador Retriever son las razas que mayor comúnmente son llevadas al veterinario por problemas de cadera. En alrededor de un 20% de los ejemplares la DC esta presente. Sin embargo, la mayor incidencia está presente en el San Bernardo donde casi el 50% de los ejemplares están afectados. Otras razas con alta incidencia son: el Mastín Napolitano, Golden Retriever, Kuvasz, Pastores Ingleses y Pastor de Berna. Menos frecuentemente el Gran Danés, Collies, Boxer, Setter Irlandés, Bretón, Cocker Spaniel, Ovejero Belga y Dálmatas. Es rara en el Doberman, Samoyedo y Siberiano y prácticamente nula en Galgos. 

¿Cómo nos damos cuenta que nuestro animal sufre DC? 


La enfermedad siempre se desarrolla durante el crecimiento del animal pero los signos clínicos pueden aparecer en esta etapa o cuando son adultos.
Todos los síntomas derivan del dolor y la inestabilidad que se produce en las caderas afectadas. Los cachorros suelen jugar poco, o juegan pero enseguida se echan. Corren con las patas juntas simulando a un conejo. Les cuesta levantarse, principalmente luego de un largo reposo. En animales severamente afectados puede verse desde atrás que sus patas están demasiado juntas y tienen poco desarrollo muscular. Hay animales que caminan encorvados ya que desplazan el peso del cuerpo hacia las patas delanteras. En algunas oportunidades renguean de una pata, generalmente la más afectada, aunque casi siempre la enfermedad afecta a las dos caderas.
En los adultos los síntomas son similares y suelen aparecer luego de los 3 años de edad.

¿Qué debemos hacer si sospechamos que nuestro perro está enfermo?

Obviamente debemos concurrir a nuestro Médico Veterinario de confianza para que lo revise y luego confirmarlo con una placa radiográfica. Esta última sirve también para evaluar el grado de afección de las caderas (Grados de Displasia), generalmente en animales jóvenes, pero en los adultos es probable que por el avance de la enfermedad aparezca lo que se llama artrosis de cadera.

¿Existe algún tipo de tratamiento?

La DC es una enfermedad que, de no tratarse, avanza indefectiblemente hacia una artrosis severa, que junto a una afección secundaria de la columna vertebral puede terminar postrando al animal.
 
Existen dos tipos generales de tratamientos: el médico y el quirúrgico.
 
El tratamiento médico consiste fundamentalmente en el uso de analgésicos para calmar el dolor y medicamentos que mejoran el funcionamiento articular y son llamados condroprotectores, los cuales si bien no frenan la enfermedad, enlentecen su evolución. El tratamiento médico puede ser aplicado tanto en cachorros como en individuos adultos, teniendo que mantenerlo en mayor o menor medida a lo largo de toda la vida. Es de elección en animales que no pueden ser operados.

El tratamiento quirúrgico hoy por hoy, es indiscutiblemente la mejor alternativa, ya que tienden a cortar definitivamente el problema, evitando la medicación de por vida y produciendo una mejor calidad de recuperación para el animal. Existen cirugías, como la Triple Osteotomía de la Pelvis que se pueden hacer ya desde los 4 meses y que buscan salvar la cadera, evitando que la enfermedad progrese. Por otro lado hay cirugías para displasias severas o pacientes adultos como ser el reemplazo de la cadera enferma con una prótesis total lo que lleva a una cadera totalmente indolora y permite un funcionamiento a pleno, como el de una cadera normal. 

Fuente: dequivet.com.ar/ M.V. Andrés Alvarez
Miembro Iniciador de la Especialidad en Cirugía de Pequeños Animales. U.B.A.
Cirujano Jefe del Hospital Escuela de Pequeños Animales. U.B.A.
Director de la Clínica de Derivaciones Quirúrgicas De.Qui.Vet

Ver también : Displasia de Cadera 

17 septiembre 2017

Pit Bull, ¿ángel o demonio?


Es un tema complicado definir a los perros Pitbull, también conocidos como American Pit Bull Terrier o con las siglas APBT. Para quienes los crían son nobles y cariñosos como cualquier perro, pero para la mayoría de la gente los Pitbull son animales que inspiran temor o respeto y, según los sociólogos, en algunos sectores de la población tener un ejemplar de Pitbull les da status de poder y fuerza, incluso algunos se pasean con ellos como si cargaran un arma para enfrentar su propia inseguridad ante los demás. 


El Pitbull según los expertos
 
Como sea, según los expertos el Pitbull es un perro que depende su actitud de cómo sea entrenado, de quién lo críe y para qué. El Pitbull es dócil por naturaleza y muy sociable con el hombre, pero debe ser entrenado por un experto con mucha paciencia y cuidado, no obstante, su genética desciende de muchas generaciones que fueron utilizadas para la lucha. 

El origen del Pitbull se remonta aproximadamente a los siglos XVIII y XIX en Inglaterra. Se criaban para un “deporte” llamado bull baiting o peleas con toros. Los cazadores los utilizaban para capturar presas. Los carniceros y los granjeros para controlar ganado. Por entonces se los llamaba bulldogs y eran descendientes de razas antiguas de perros que se destacaban en bull baiting. En 1835 comenzaron las peleas de un perro contra otro, luego de que el bull baiting fuera abolido.
El origen del Pitbull esta asociado a los Bulldogs y Terriers, razas que fueron desarrollados en las islas británicas. Ambas razas aumentaron su popularidad a comienzos del siglo 16, cuando fueron fueron utilizados para la caza mayor. Así, grandes y atléticos Bulldogs particiban en la caza animales como toros y jabalíes; mientras los pequeños Terrier fueron utilizados para cazar ratas, tejones, lobos y comadrejas. 


Pit Bull, perro de pelea

La combinación del Bull y Terrier fue creada cuando los "Deportes sangrientos", asociados a apuestas y entretenimeiento, como el Bull - baiting (perros contra toros amarrados) y las peleas de perros, se comenzaron a popularizar. Estos mismos ejemplares protagonizaban peleas en una arena cerrada llamada "Pit", y de ahí vino el nombre pit fighter (peleador de pit) pit dog (perro de pit), lo que finalmente derivaría en Pit Bull. Afortunadamente en 1835 los deportes Pit se convirtieron en ilegales en Inglaterra. 

Desde ese momento también comenzó la selección y cruce del Pitbull bajo la perspectiva de la estética, naciendo ejemplares que dieron origen a las actuales razas American Staffordshire Terrier, Staffordshire Bull Terrier, Terrier Inglés y Bull Terrier Inglés Miniatura. 

Paralelamente, se seguirían criando ejemplares Pitbull para peleas ilegales, en la clandestinidad. Finalmente, los perros Pit Bull llegaron a América a través de los colonos de Inglaterra, Irlanda y Escocia, países de fuerte tradición en la crianza de ejemplares de pelea, ya con linajes establecidos que darían origen a los Pit Bull Terriers y a los actuales American Pit Bull Terriers. 




La raza Pitbull

El nombre oficial de la raza se debe a Mr.Bennet, al fundar el organismo oficial United Kennel Club (UKC) en 1888, reconociendo al American Pit Bull Terrier como raza canina pura, registrándolo en sus listas y otorgándole pedigree. La FCI (Federación Cinológica Internacional), aún no reconoce como raza pura a los Pitbull.


Esta raza no es recomendable para todo tipo de personas, siendo deseable que su dueño posea experiencia en la tenencia de perros de defensa. Su amo debe demostrar autoridad y determinación, y por último una predisposición para educarlos y socializarlos desde pequeños. 






Hoy en día se discute que el Pitbull haya sido una nueva raza creada especialmente para las peleas con toros y que el nombre American Pit Bull Terrier es un error, debido a que el perro no es de origen americano y no es un terrier. Algunos investigadores aseguran que el Pitbull es una cruza de perros bull baiting y terriers y que la raza como tal conocida con sus características sólo aparece reconocida a mediados del siglo XIX. 



Características comunes y algunos consejos
 
* Lo ideal es que el Pitbull viva en una casa con jardín, pero se puede adaptar en un departamento si se respetan ciertas normas en su crianza, tales como sacarlo de paseo diariamente (con collar y correa "siempre") y con frecuencia llevarlo a correr a campo abierto, ya que necesita hacer mucho ejercicio para mantener su salud mental. Por otra parte, es un perro de pelo corto que no babea y ladra muy poco, lo cual es bastante adecuado para quienes viven en departamentos. 


* La convivencia del Pitbull con otros perros es difícil. Por ser un animal de pelea, no se aconseja dejarlo suelto en el parque si hay personas con sus perros, sobre todo si hay otros de su raza, ya que es de naturaleza dominante (en estos casos, el uso de bozal puede ser muy conveniente). En cambio, sí se lleva bien con las hembras, tomando precaución en el periodo de celo y que el amo sea el sujeto alfa (líder de la manada) imponiendo las leyes. Y jamás dejar que jueguen al “juego de la presa” entre macho y hembra, pues no suelta al mordedor y esto puede provocar una pelea. 


* En caso de pelea, para separarlos se aconseja utilizar un palo de madera delgado para hacer giro y palanca en la zona detrás de los colmillos y tirar de ambos perros y separarlos. Es contraproducente golpearlos, ya que el animal creerá que el dolor se lo causa el contrincante y morderá más aún.

* Si surge un combate y la persona se encuentra sola, es mejor esperar a que el fragor del inicio de la pelea cese un poco, y después se ata con una cuerda por la cintura a uno de ellos, preferentemente el que vaya dominando la lucha. Luego se le ata a su vez a un árbol o reja y se procede a separalos. Mucho cuidado al separarlos, pues manipular la zona de su cuello puede ocasionar accidentes involuntarios y perder un dedo fácilmente. 

* A diferencia de otras razas como los Dobermann, Pastor alemán, Rottweiller o mastines, esta raza no es territorial y eso no lo hace adecuado para tenerlo como guardián, tiene otras aptitudes que se pueden reforzar con un buen adiestramiento. 

* El perro no distingue edades en el humano y por naturaleza es sociable con él independientemente de su edad. Podría llegar a atacar a un niño antes que a un adulto. Su tamaño pequeño y espontáneos movimientos, lo asemeja más a una presa motivando en el perro su instinto de caza. La ingenuidad de un niño le hace no temer al can y poder llegarlo a molestar en un momento dado. Dado que la consistencia física de un niño es más vulnerable que la de un adulto en caso de ataque, debemos asegurarnos al 100% sobre la seguridad del perro en concreto si es ajeno a nosotros y aún así extremar las precauciones si se trata de un animal potencialmente peligroso. Por otro lado, si niño y perro conviven en el mismo hogar, la posibilidad de ataque es menor. 

* Es un mito que los de pelaje atigrado son más fieros, es una creencia que asocia el color con la fuerza de los felinos, pero el pelaje no influye para nada en su temperamento, salvo en la impresión que dan ante la gente por su apariencia intimidatoria.

Fuente: Conciencia-Animal


Estándard de la F.C.A. (Federación Cinológica Argentina) (▼)