23 marzo 2017

Los perros usan el engaño para conseguir lo que quieren de los humanos


Una investigadora suiza acaba de publicar un artículo en la revista Animal Cognition, que demuestra cómo, tras un rapidísimo aprendizaje, los perros despistan a los humanos que saben que no les van a dar las golosinas que encuentran y por el contrario, ayudan a hallarlas a los que sí se las entregan. Marianne Heberlein, del Departamento de Biología Evolutiva y Estudios Ambientales de la Universidad de Zúrich, trabajó con 27 canes de distintas razas, machos y hembras. 



Durante cuatro días y junto a sus dueños, les presentó a dos tipos de personas que no conocían. Eran mujeres de la misma edad. Una de ellas a la que la investigación denomina "cooperadora" sistemáticamente les daba una galleta o una salchicha que estaba oculta en un recipiente. La otra mujer, la "competidora", se guardaba el alimento en el bolsillo. Tras varias pruebas los animales tenían que guiar a esas mujeres hasta uno de tres contenedores dispuestos en fila. Uno ocultaba una salchicha, otro comida seca y el último estaba vacío. El resultado fue que los perros señalaban mayoritariamente el recipiente donde se escondía la salchicha a la mujer cooperadora (y acababan comiéndosela, claro). Sin embargo, llevaban a la mujer competidora al cuenco vacío, porque después, tenían la posibilidad de guiar a su dueño hasta la comida más sabrosa. 

“El hallazgo más importante es que los perros son capaces de mostrar engaño táctico. Si examinamos su comportamiento más detenidamente, el descubrimiento más impresionante es que después de un entrenamiento en el que les enfrentamos a dos humanos desconocidos para ellos, donde aprendieron el papel que jugaban en el experimento, inmediatamente adaptaron su conducta a la nueva situación”, explica Heberlein. “Solo en una ocasión tenían la posibilidad de engañar al humano competidor, por lo que no pudieron haberlo aprendido durante el entrenamiento. Esta flexibilidad es realmente impresionante”.
 

A la investigadora, cuyo trabajo forma parte de su tesis doctoral, le inspiraron para hacer este trabajo sus propios perros. “Cuando era niña observaba como de hábil y sigilosa podía ser nuestra perra para conseguir el objetivo de tumbarse en su sitio favorito, que era la cama de su hermano, aunque él estuviese tumbado allí. Y otro de mis perros trató de engañarme para llevarse una golosina de premio (y creo que a veces lo conseguía). Eso me motivó para estudiar el engaño de forma científica”. El estudio se hizo de forma similar a otros realizados con primates. Una gran diferencia, que la autora señala en el estudio es que los grandes monos, en teoría más próximos a los humanos, necesitaban mucho más tiempo de entrenamiento para conseguir los mismos resultados. 

"Este experimento nos proporciona un entendimiento más profundo de los perros, nos muestra más de sus habilidades cognitivas y flexibilidad para vivir junto a los humanos", dice la autora del estudio. "Todavía hay dueños de perros que creen que los canes solo son honestos con los humanos, eso no es verdad. Este estudio confirma la hipótesis de que los perros son capaces de engañar a los humanos".

Fuente: El Pais | Ana Alfageme

21 marzo 2017

Educando al cachorro


Antes de adoptar un cachorro se deben tener en cuenta una serie de factores (como espacio requerido, tamaño, raza conveniente, trato que debe recibir, etc.) que permitirán que Ud. encuentre satisfechas sus expectativas y su mascota reciba todas las atenciones y el afecto que necesita y merece, por lo que es recomendable una consulta profesional evitando una situación no deseada.

El Test de Campbell es un chequeo que se realiza a los cachorros a las 7 semanas de vida (exactamente ) y permite conocer si su temperamento es apto para nuestras necesidades y para la convivencia con niños.
Al integrarlo a la familia debemos considerar que el perro debe aprender a vivir con otros seres, entre las 3 y 12 semanas de vida pasa por su primer período de socialización, donde debe reconocer, compartir y aceptar diferentes especies, en esta etapa debe estar en contacto con niños (a los que percibe disímiles por sus formas y movimientos), personas adultas y otros animales. 

Posteriormente en la etapa Juvenil asimilará las lecciones asociándolas a estímulos placenteros, una experiencia traumática (ser maltratado por un niño) puede generar una futura reacción indeseada (como agredir a chicos por temor). Deben evitarse las situaciones que le produzcan dolor, miedo o interferencias con sus necesidades de alimentación y descanso. Es el momento de controlar las actitudes intolerantes, dominantes o agresivas. No debe ser golpeado para corregirlo, este maltrato fomenta la agresión por miedo. Debe ser levantado por la piel de su cuello (como lo hace su madre) o por su tórax hasta que detenga su forcejeo, aprovechando en esta etapa, que su tamaño corporal lo permite.



No deben promoverse los juegos que provoquen la mordida ni permitir que con ella cause dolor. Los animales aprenden los limites entre juego y agresión con su madre y sus hermanos, los que son retirados antes de las 7 semanas o son huérfanos pueden carecer de este autocontrol, necesario en un futuro de juegos con niños. 

El comportamiento del perro esta influenciado por la genética y el medio ambiente (educación), no puede definirse el carácter solo por la raza, no existen razas agresivas sino perros agresivos.

Es muy importante que, luego de vacunarlos correctamente (a partir de los 45 días de vida ) y evitando zonas contaminadas, se expongan a la mayor cantidad de estímulos posibles (manipulación, ruidos, soledad, lugares abiertos y cerrados) para habituarlos a las situaciones y ambientes que deberá enfrentar sin que sean motivo de estrés.

Educar a nuestro cachorro mejora su calidad de vida permitiéndole interactuar armónicamente con el medio que lo rodea.

Fuente: Foyel | M.V. Mario Miani

14 marzo 2017

Austeridad y belleza: los perros de trineo del norte y este de Siberia

   
Han participado en expediciones, cuentan con monumentos en su memoria y hay islas y bahías con sus nombres. Estos perros son fuertes, peludos y amigos en los que se puede confiar

Husky siberiano: nacido para correr

Un perro achaparrado, de ojos azules que aúlla en vez de ladrar y con una cola alargada. Es ese el popular Husky siberiano, perro original de pastoreo entre las tribus asentadas en el Lejano Oriente de Rusia: los yukaguiros, los kerek, los yupik siberianos y los chukchi.


Los Huskies son exclusivamente perros de trineo y no es casualidad que sean una raza muy rápida. En 1925 su velocidad impidió que se propagase una epidemia. El noruego Leonhard Seppala, junto con su equipo de huskies, llevaron la vacuna de la difteria al pueblo de Nome, en Alaska, en donde la enfermedad estaba haciendo estragos. Este esfuerzo conjunto entre el hombre y el perro es conocido como la Gran Carrera de la Misericordia, y fue el motivo para un documental de Hollywood titulado Balto's Race to Nome (La carrera de Balto a Nome). 

Actualmente los perros de trineo son animales de compañía. La gente los tiene en casa, van a competiciones con sus dueños, a cazar y algunos incluso visitan Siberia. El viajero francés Nicolas Vanier realizó su propia odisea siberiana con un equipo de perros de trineo de diferentes razas, y cubrió la distancia que hay entre Moscú y el lago Baikal.
 

Samoyedo: un pastor vigilante y un buen guardián 

Tiene los labios negros que recuerdan a una sonrisa, una cola enroscada y un tupido manto blanco de pelo así como una dulce personalidad. El samoyedo es una raza de perro que se reconoce fácilmente. Durante miles de años ha hecho compañía a las etnias samodeicas, que hasta principios del siglo XX se llamaban samoyedos. Los descendientes de estas etnias son los nénets, los enet y los nganasan, viven en la penínsulda de Taimyr, en el norte de Rusia. 


Los pueblos indígenas del norte de Rusia apenas utilizan samoyedos para el transporte porque estos perros sirven para otras cosas: son fantásticos pastores de renos y cuidan cariñosamente de los niños. Cuando los padres salen a la tundra durante el día, los niños juegan con el perro. Por la noche los samoyedos pueden dormir dentro del chum- la casa tradicional- y ser una cómoda y calentita almohada para los más pequeños. En el siglo XIX el zoólogo británico Ernest Kilburn Scott, que pasó tres meses entre las tribus samoyedas llevó tres perros a Inglaterra y fue así como esta raza llegó a Occidente por primera vez. 

Actualmente es un perro conocido en todo el mundo. Si quieres tener un samoyedo recuerda que necesitan pasar mucho tiempo con gente porque a lo largo de 3.000 años estos perros de las nieves apenas han cambiado y son los más sociables y los más fáciles de entrenar entre las razas del norte. Jugar con los niños es su auténtica vocación. Si un samoyedo se pasa una semana sin jugar fuera puede caer en una 'depresión'.
 

Husky de Sajalín: perros correo del norte y una leyenda japonesa
 

Perro de Sajalín, perro trineo Gilyak o Karafuto-Ken, como lo llaman los japoneses, son los nombres de una raza casi extinta y también conocida como husky de Sajalín. Estos antiguos perros trineo sirvieron a a los nivjis, una pequeña tribu situada entre la cuenca del río Amur y la isla de Sajalín. Gracias a sus grandes zarpas son capaces de correr por la nieve sin hundirse. En la isla de Sajalín era costumbre usar un trineo tirado por estos perros como medio de transporte durante el invierno. Leche, pescado, sacos llenos de cartas o pasajeros eran una carga habitual en los trineos tirados por hasta 30 perros. En los años 30 estos perros robustos y con carácter fueron utilizados por el ejército soviético. Aunque los oficiales soviéticos pensaron que era demasiado costoso y extravagante para el estado alimentar a estos perros con cecina de salmón, su comida tradicional, por lo que decidieron exterminarlos. 


La raza estuvo a punto de desaparecer en Sajalín. Para los años 50 solamente habían sobrevivido unos pocos en Japón, donde se convirtieron en una leyenda nacional. En 1958 científicos japoneses organizaron una expedición a la Antártida y se llevaron varios perros de esta raza con ellos. Debido a una fuerte tormenta de nieve la expedición tuvo que ser evacuada, dejando atrás 15 perros. Los científicos quisieron rescatarlos más tarde, pero las condiciones meteorológicas no lo permitieron. Los japoneses volvieron un años después para enterrar los cuerpos de los perros y descubrieron que dos de ellos, Taro y Jiro, habían sobrevivido. Se convirtieron en héroes naciones: cuentan con un monumento y se hizo una película sobre ellos, Antarctica, de la que se hizo un remake en EE UU con el título Eight Below.

El Laika nénets y el Laika yakuto: miembros de expediciones polares. 

Durante la primera mitad del siglo XX los perros trineo fueron el principal medio de transporte de los exploradores rusos en el note. Debido a las duras condiciones se hacía especial énfasis en la relación entre los humanos y los perros.

El explorador polar Gueorgui Ushakov y un equipo de 50 perros Laika realizaron una expedición que terminó con el descubrimiento de Sevérnaya Zemlyá, una nueva isla que se añadió al mapa del mundo en 1930. El equipo de Ushakov se dedicaba a cazar osos blancos y focas para alimentar con carne fresca a los perros, tejieron unas boas especiales para sus patas y hacían agujeros en la nieve en los que los perros pasaban la noche. Por su parte, los perros estaban dispuestos a llevar a sus amos a lo largo de miles de kilómetros. 


Los Laikas son los únicos capaces de sobrevivir dos años en las austeras condiciones de una expedición al Ártico. Había que trabajar cada día en la tundra y sobrevivir en la larga noche polar, algo que solo está al alcance de estos perros con un carácter equilibrado, un temperamento del norte y simples necesidades nutricionales.

Fuente: RBTH (Russia beyond the headlines) | Anna Grúzdeva

09 marzo 2017

“Fray Bigotón”, el mejor amigo de un grupo de franciscanos bolivianos


La vida diaria en el convento de San Francisco de Cochabamba (Bolivia) tiene otro aroma y color. Y no precisamente por las florecillas o lo bien adornado que puede estar su jardín. Es que desde hace cuatro meses un huésped particular alegra la vida en comunidad de un grupo de franciscanos.  Su nombre es “Fray Bigotón” o “Fray Bigotes”, un pequeño cachorro Schnauzer, una raza canina originaria de Alemania y que precisamente se destaca por su particular bigote.



Sus fotos fueron difundidas a través de las redes se volvieron virales y desencadenaron una verdadera ola de ternura, al tiempo que lograron lanzar al estrellato lo que hasta ahora se presentaba como una vida tranquila para este grupo de franciscanos.

El hecho de aparecer vestido con el tradicional atuendo franciscano de color café fue una de las cosas que mayor impacto generó. En esto también tuvo mucho que ver la página de Facebook Schnauzer del Continente Americano, que sacó un post haciendo referencia al tema. Pero el verdadero responsable –y el primero en mostrar la fotos- de llevar a este nuevo integrante de la comunidad fue el religioso Kasper Kapron, confirma La Razón de Bolivia, quien también se encargó de mostrar a través de las redes con el álbum Fray Carmelo -su nombre- cómo es la vida en el convento junto a este fiel amigo. 


El amor de los franciscanos por los animales es una historia por demás conocida y que se remonta al propio San Francisco de Asís. Al mismo tiempo, estos franciscanos, con la difusión de estas imágenes, generaron mensajes positivos y que llaman a la reflexión.





Fuente: es.aleteia.org