22 enero 2017

Golpe de calor en perros y gatos

Con la llegada del verano y las altas temperaturas aparecen muchas veces los problemas para nuestras mascotas, los  que se pueden evitar tomando medidas de precaución que en muchos casos pueden salvar la vida del animal.



La temperatura corporal normal en los perros es de 38,5 °C - 39.2 °C y la  regulan por distintos mecanismos, entre ellos el jadeo. Cuando la temperatura corporal central se vuelve superior a la temperatura ambiente, se produce lo que se conoce como golpe de calor.

Hay animales que están predispuestos a sufrir esta patología: las razas braquicefálicas (Boxer, Bulldog, Pequinés, Pug, etc.), animales obesos, cachorros y gerontes. 

También hay situaciones que predisponen al golpe de calor: actividad física vigorosa, exposición a altas temperaturas (por ejemplo, animales que quedan dentro de vehículos al sol, o son expuestos directamente al sol durante un tiempo prolongado o en horarios de altas temperaturas), o encerrados en lugares pequeños con escasa o nula ventilación, etc.

Frente a estas situaciones, el organismo pierde la capacidad de regular la temperatura y se comienzan a producir diferentes síntomas que ponen en serio riesgo la vida del animal e incluso pueden provocar su muerte

El perro que está con un golpe de calor presenta una temperatura de 40° o más, está excitado o es incapaz de incorporarse, tiene jadeos que no cesan, mucosas hiperémicas (con una pigmentación color rosa intenso), incrementado el esfuerzo respiratorio, puede tener diarrea, vómitos, convulsiones.

Muchas veces el animal es expuesto a alguna de estas situaciones y los propietarios, al no estar con él en ese momento no ven los síntomas, pero al finalizar el día, lo notan distinto, desanimado, decaído, con falta de conexión con el medio, respirando dificultosamente o incluso en estado comatoso.

Es importante poder reconocer estos síntomas y concurrir rápidamente al veterinario, pero más importante es tomar medidas de precaución para poder evitarlo, como:

Si vas a dejar a tu mascota en el vehículo, que sea a la sombra y con ventilación (ya sea el aire acondicionado o ventanillas bajas)

Evitar ejercicios vigorosos en horarios del día donde la temperatura sea más elevada, como así también paseos largos y forzados.

Si la mascota se va a quedar en un lugar al aire libre, por ejemplo una terraza o un patio interno, que estos lugares tengan una zona con sombra asegurada, y siempre una fuente de agua fresca y de libre accesol.

Tener mayor cuidado con las edades extremas (pediátricos y gerontes) ya que por falta de madurez o por falla en el funcionamiento del sistema nervioso central, pueden presentar una ineficiente regulación de la temperatura.

Llegado el caso de encontrar al animal en estado de golpe de calor, tratar de refrescarlo lo antes posible (mojarlo, colocarle paños fríos en las ingles, axilas, nuca) y acudir inmediatamente al Veterinario.
Fuente:  Foyel | Ana Paula Iapichino