26 diciembre 2016

Niveles de Cortisol en perros de refugio


El estrés experimentado por los perros admitidos en los refugios de animales no sólo afecta el bienestar, sino que puede conducir a un comportamiento que amenaza las adopciones exitosas. 


Este estrés se refleja en una elevación de los niveles de cortisol en plasma de perros recién admitidos. Anteriormente se encontró que 30 min de interacción humana redujo la respuesta de cortisol en plasma. El objetivo del presente estudio fue evaluar la practicidad y la eficacia del procedimiento de interacción humana como un medio que los voluntarios y el personal podrían utilizar para reducir el estrés de los perros refugiados. 

Por lo tanto, hemos investigado varios parámetros del efecto de la interacción humana en las concentraciones de cortisol en plasma y el comportamiento que se eligió por su relevancia para este objetivo. El estudio actual encontró que al segundo día de acariciar por 30 minutos redujo los niveles de cortisol tan eficazmente como el primero (P <0,05) y que 15 minutos de esta interacción fueron tan eficaces como 30 min. Sin embargo, la reducción en las concentraciones de cortisol no persistió cuando los perros fueron devueltos a la perrera de origen. 

Durante el acariciamiento, se redujeron los signos de excitación (vocalizaciones) y ansiedad (jadeo), así como los intentos de escape, y la solicitación social (sacudida de la cola) aumentó (P <0,05 para todos los efectos de comportamiento). Las reducciones de cortisol fueron pronunciadas en perros admitidos como píldoras (P <0,01), pero la interacción humana no redujo los niveles de cortisol en una subpoblación abandonada por sus dueños. También se midieron los niveles de cortisol en el pelo para evaluar el estrés antes de la admisión al refugio. Perros callejeros y perros abandonados por sus propietarios mostraron concentraciones comparables de cortisol en el pelaje que fueron intermedios a los de los perros que viven en un hogar y los de los perros diagnosticados con la enfermedad de Cushing.


Estos hallazgos muestran que tan solo 15 minutos de interacción humana pueden moderar los niveles de cortisol en los perros de refugio. La reducción del cortisol es repetible y se asocia con un cambio de comportamiento positivo. Sin embargo, el efecto es de corta duración y parece variar de acuerdo al perro. 

Finalmente, la acumulación de cortisol en el pelo puede ser un método útil para estimar la condición del perro antes de la admisión en el refugio.

Fuente: Applied Animal Behaviour