02 febrero 2017

Enfermedades causadas por garrapatas

Las garrapatas se clasifican por su condición de artrópodos hematófagos (que se alimentan de sangre) constituyen una amenaza para la vida de los animales y de los humanos (zoonosis)

Garrapatas: Macho (izq.) y hembra (der.)


De hecho, son transmisores de las enfermedades más importantes para los animales. Debido a su alimentación, las garrapatas pueden provocar en nuestra mascota debilidad, adelgazamiento progresivo, anemia (por la gran pérdida de sangre), baja de sus propias defensas e incluso la muerte por alguna otra enfermedad a la que queda expuesto sin defensas o por la propia enfermedad transmitida por la picadura. Ésta causa daños directos, primero el daño mecánico causado por la picadura del parásito, sumado a los efectos de las sustancias irritantes de su saliva, provoca lesiones inflamatorias e infecciosas de la piel que se manifiestan con molestias, rascados e intranquilidad.
 
Además de estos problemas, las garrapatas tienen un riesgo añadido por su potencial de transmisión de distintas enfermedades infecciosas. Por todo esto podemos decir que las garrapatas provocan daños directos e indirectos a nuestras mascotas. Las enfermedades transmitidas por garrapatas son actualmente más frecuentes que en pasadas décadas debido al cambio climático, adaptación de las propias garrapatas y al continuo crecimiento del número de mascotas con las que convivimos y algunas veces por descuido al no prevenir su diseminación. También a que continuamente se descubren nuevas especies de organismos transmitidos por garrapatas. La profilaxis y tratamiento de dichas enfermedades es un problema importante al que se enfrenta la medicina veterinaria contemporánea. En la actualidad hay muy pocas vacunas anti-garrapata para los animales, por lo que  resulta  necesario desarrollar nuevas vacunas y métodos eficaces, a ser posible de amplio espectro, para controlar sus poblaciones y evitar problemas de salud animal y humana. 

Evitar las picaduras de garrapata hoy por hoy sigue siendo uno de los  mejores  controles de estas enfermedades.

En los  animales los daños directos pueden ser muy aparatosos y llamativos. Lo más frecuente es el daño causado por los apéndices bucales de las garrapatas y por la reacción inflamatoria local que se produce en respuesta a la picadura; la pérdida de sangre, que puede provocar anemias en animales con infestaciones intensas; las parálisis provocadas por las toxinas salivales de algunas especies de garrapatas, como por ejemplo la neurotoxina denominada holocyclotoxina (una sola hembra de esta especie puede provocar la parálisis y la muerte de un animal) y las toxicosis, como por ejemplo la conocida como sweating sickness o enfermedad de los sudores, producida por las toxinas salivales de la especie africana Hyalomma truncatum; en rumiantes esta enfermedad cursa con lesiones cutáneas eccematosas e hipersecreción de exudados y provoca mortalidades superiores al 75% en los animales jóvenes. 

La garrapata Ornithodoros erraticus puede matar un cerdo literalmente a picotazos si la infestación es lo suficientemente intensa (2 picaduras por cm2 de piel.) A los daños anteriores hay que sumar también la inmunosupresión producida por los inmunosupresores salivales de las garrapatas, que favorecen la transmisión de patógenos y, previsiblemente, la infección secundaria de la propia lesión de alimentación, especialmente durante las infestaciones masivas.Todos estos daños directos se traducen en efectos negativos. Se ha demostrado que cada hembra alimentada es responsable de pérdidas de entre 0.2 a 0.5 ml de sangre. 

Las garrapatas pueden transmitir enfermedades graves, ya que en su interior sobreviven y se multiplican ciertos tipos de gérmenes. Lo malo es que cuando una garrapata chupa la sangre de tu perro, también abre un camino de entrada para estos gérmenes que pueden infectar al perro. Las enfermedades más importantes transmitidas por las garrapatas son:

PIROPLASMOSIS O BABESIOSIS

La babesiosis es producida por Babesia canis que es transmitida en Europa por Rhipicephalus sanguineus, Dermacentor reticulatus e Ixodes canisuga. Se transmite aproximadamente a partir de la segunda horas después de que la garrapata se haya fijado en el perro. Esta enfermedad ataca especialmente a los cachorros, a los animales enfermos o convalecientes y aparece principalmente en los meses cálidos de primavera y verano, aunque también se dan casos en otoño e invierno en zonas de temperaturas medias o altas.
Cuando la garrapata infectada por Babesia pica, inocula las formas infectantes llamadas merozoitos, que penetran en las células sanguíneas comenzando su ciclo de divisiones.
La babesiosis puede presentarse de forma aguda o crónica:
–Forma aguda: entre 10 y 21  días de la entrada del agente patógeno; el perro presenta fiebre (de hasta 41 grados), falta de apetito, diarreas, vómitos, problemas respiratorios y apatía.
–Forma crónica: fiebre intermitente, marcada pérdida de peso, alteraciones hepáticas (ictericia), alteraciones de bazo, incluso la muerte por “shock”. Los síntomas generales son: fiebre, mucosas pálidas, apatía, anorexia, anemia, sangrado por la nariz, sangre en la orina (orina  color coca-cola), jadeo, diarreas y pérdida de visión. El pronóstico de la piroplasmosis, o babesiosis es grave. Hay que tratar a tiempo al perro porque, de no ser así, puede llegar a morir por fallo hepático y renal.

EHRLICHIOSIS:

Esta enfermedad es producida por ricketsias (Ehrlichia canis, E. Chaffeensis, E. Ewingii, E.equi, E.platys) que transmite la garrapata Rhipicephalus sanguineus. La garrapata parasitada por la ricketsia pica a un perro… una vez que la ricketsia está en el interior del animal se disemina a través de la sangre y del sistema linfático hasta alcanzar vísceras tan importantes como el hígado, bazo y ganglios linfáticos. Tras esta diseminación a tan importantes órganos, puede dirigirse a las meninges.Tras un período de entre 6 y 14 semanas (con posible ausencia de síntomas) el animal puede presentar anemia, disminuciónn de glóbulos rojos, disminución del número de glóbulos blancos y disminución del número de plaquetas. En la fase aguda de la enfermedad el animal presenta depresión, anorexia, fiebre, pérdida de peso, secreciones oculares y nasales, disnea (dificultad respiratoria), aumento del tamaño ganglionar, edemas en extremidades y escroto.

Si la patología se hace crónica, los síntomas principales son: alteraciones hematológicas, hemorragias pulmonares asociadas o no a trombo embolismo, anemia, pérdida severa de peso, debilidad, uveítis, hemorragias en la retina, signos neurológicos, convulsiones, epistaxis (sangrado nasal), fiebre muy alta, aumento de los ganglios, problemas respiratorios, anemia, signos neurológicos, ceguera, edema y vómitos en su fase aguda. Es decir que se puede complicar mucho. Si se producen síntomas nerviosos por la diseminación del agente patógeno a las meninges, se podrán observar deficiencias neurológicas (hiperestesia, déficits en los nervios craneales) y meningitis. Estos síntomas pueden desaparecer en una a dos semanas si se aplica el tratamiento oportuno. El tratamiento es a base de antibióticos, durante un período de entre dos y cuatro semanas. El pronóstico de curación de esta enfermedad tiene directa relación con el estado de salud y la edad del animal.

Una sola garrapata puede poner más de 2000 huevos

ENFERMEDAD DE LYME O BORRELIOSIS:

Esta enfermedad es una zoonosis, causada por Borrelia burgdorferi y transmitida en Europa por la garrapata Ixodes ricinus. Para que nos entendamos mejor, contagiosa para los humanos. Pero la enfermedad de Lyme no se puede transmitir directamente de tu perro a ti, solo te puedes contagiar si una garrapata infectada te pica.

Esto afecta la piel y se propaga hacia las articulaciones cursa principalmente con poliartritis en el perro (inflamación de varias articulaciones) y sistema nervioso pudiendo afectar a otros órganos en su etapa más avanzada. Produce cuadros de fiebre, anorexia, poliartritis, miopatías y adenopatías. Nuestro animal de compañía puede pasar largos períodos de tiempo sin manifestar síntomas; sin embargo, cuando aparece la fase aguda de la enfermedad podemos apreciar: elevación de la temperatura (40,5°C o más), dolores articulares, artritis (inflamación de las articulaciones), mialgias (dolores musculares), cojeras, aumento del tamaño ganglionar, letargia, anorexia… 

En ciertas ocasiones también puede producirse meningitis, alteraciones del sistema nervioso central y dolores en cuello y cabeza, que se manifiestan con resistencia a realizar movimientos que afecten a estas zonas. Para tratar esta grave enfermedad hace falta un tratamiento con antibióticos durante un mínimo de tres semanas.

Cabeza y boca de una garrapata

PARÁLISIS POR PICADURA:

En los perros es producida por garrapatas del tipo Rhipicephalus, Dermacentor e Ixodes.
Como ya hemos comentado, la saliva de la garrapata posee componentes de efectos neurotóxicos; las neurotoxinas (holocyclotoxina) que porta el parásito llegan a bloquear la transmisión neuromuscular, lo que de forma clara y evidente puede conducir a la muerte.

Los primeros síntomas se aprecian tras 4-6 días de producirse la picadura: falta de sensibilidad en extremidades, cojeras, incoordinación, dificultad respiratoria, híper o hipotermia, vómitos, problemas cardiovasculares… La muerte suele aparecer tras la parálisis de los músculos torácicos. Desgraciadamente el problema puede surgir tras la picadura de una sola garrapata. En general en todas estas devastadoras enfermedades pueden verse afectados todos perros de cualquier raza, edad y sexo.


Fuente: Clínica Veterinaria Renedo