05 febrero 2016

Cómo cambia la vida de un niño cuando le regalan un cachorrito al que le falta una pata


El cortometraje 'The Present', del director alemán Jacob Frey, utiliza la animación para reflexionar sobre la discapacidad

Ha sido premiado en numerosos festivales y ha superado en menos de una semana el millón de visitas en Vimeo
 

Su mamá llega a casa con una caja, pero el niño protagonista de The Present (El Regalo) no repara en ella porque está absorto jugando a los videojuegos. "Hace un día maravilloso afuera, abre la ventana para que entre el sol", comenta mientras el niño se aferra al mando de la consola y nos despega la vista del televisor. 

"¿Por qué no dejas de jugar y abres el regalo que he traído para ti?". Sorprendido, el niño abre el paquete y sonríe al descubrir que en su interior hay un perro. Pero algo sucede cuando le observa bien: una de sus patas delanteras está amputada. Con cara de asco lo arroja contra el suelo y dice con fastidio "¿Me está tomando el pelo?".

Unos minutos después, y tras varios intentos fallidos del perro para que el niño lance la pelota, el protagonista parece cambiar de actitud tras observarlo. El cachorro tiene dificultades de movilidad, se encuentra obstáculos, tropieza, se cae, pero no se rinde. Sigue jugando. Finalmente, el niño toma aire y se levanta del sofá para salir a dar un paseo... ayudándose de unas muletas. 

A él, como a su nueva mascota, también le han amputado parcialmente una pierna.

Video:


Compartido en Vimeo por el propio autor, este corto de animación ha superado en apenas cuatro días el millón de reproducciones. Su éxito en esta plataforma y en las redes sociales se suma a los 180 galardones que lleva recogidos en Festivales de cine de todo el mundo. 

Tal y como ha explicado en Facebook el director, el joven alemán Jacob Frey, el cortometraje está basado en el cómic Perfeição del ilustrador brasileño Fábio Coala. Frey adaptó sus dibujos al cine para completar la tesis final de sus estudios de animación en la escuela de cine Baden-Wuerttemberg.


Fuente: elpais.com / María Sánchez Sánchez