05 julio 2015

Piden que rechacen el corte de cola y orejas en perros

Además de considerarla una crueldad, criadores y expositores resaltan que esta cirugía ha sido prohibida en países europeos.

Que se ven más bonitos, que aparentan mayor ferocidad, que de lo contrario tienen más probabilidades de enfermar de otitis, que no los pueden vender si no están operados. Los argumentos para realizar la cirugía de corte de cola y orejas en perros son variados y se sustentan en mitos o costumbres. Sin embargo, en muchos países europeos está prohibido por ley y especialistas locales piden que se avance en el mismo sentido en Argentina.

“Es un acto de crueldad”, planteó la médica veterinaria Jennifer Ibarra. La cola y las orejas, explicó, sirven a los perros sobre todo para comunicarse, entre ellos y con las personas, ya que mueven el rabo cuando están contentos o lo esconden entre las patas cuando tienen miedo (entre otras manifestaciones), mientras las segundas son parte de la expresión facial del can. 

Pero además, indicó Ibarra, la cola les otorga estabilidad cuando corren y juegan, y cuando la dejan muy corta –como suele ocurrir con los Rottweiler– se pueden debilitar los músculos que van a los esfínteres y generar problemas de defecación en un futuro. 

En cuanto al pabellón auricular, su corte afecta la audición y no sólo hay riesgo de infecciones (como una complicación de la cirugía), sino que a veces queda torcido o caído y la intervención fue en vano.
Además, el posoperatorio es complejo, ya que las curaciones se hacen sin anestesia y el perro sufre, por lo que a la mayoría le cuesta volver a la veterinaria. Esto, en una etapa de su vida en que están desarrollando su “personalidad” (alrededor de los tres meses). Ella misma se niega a hacer la cirugía e intenta convencer a sus clientes a que no la realicen, pero se ha encontrado con personas que le dicen que si no operan a los perros no los pueden vender. Por eso, consideró fundamental que se siga el ejemplo de Inglaterra y Brasil, algunos de los países que han prohibido el corte, y que desde las instituciones que organizan exposiciones se prohíba la participación de animales operados, para que los criadores se vean obligados a terminar con esta práctica cruel. 


Potencia la ansiedad 

Patricia Funes, directora del Centro de Psicología Canina, señaló que esta cirugía es una mutilación que no tiene ningún beneficio para el animal, sino por el contrario lo perjudica, y que se realiza por una simple moda. La especialista coincidió en que la cola le sirve para mantener el equilibrio y también para relacionarse: la estira para verse más grande, la encoge para esconderse o la corre a un costado para que sus pares puedan acercarse y olerlo. Las orejas, en tanto, funcionan como una especie de radar y esto puede apreciarse cuando las giran, cada una para un lado diferente, para percibir el entorno. Como también disminuye su nivel de audición, indicó Funes, el can está más ansioso y en estado de estrés y alerta permanente. A esto se suma que, como se trata de un cartílago, si bien el dolor se pasa en unas semanas, la molestia en la zona queda para toda la vida. 

Como en general se corta las orejas a razas que de por sí tienen un temperamento fuerte –Pitbull, Dogo, Dobermann– la mutilación impacta de modo negativo en su conducta, ya que esa molestia de por vida puede ocasionar problemas. Patricia Funes explicó que varios ataques, particularmente a niños, se producen porque la persona viene desde atrás y roza sin darse cuenta el oído del animal. 

La especialista también indicó que a partir de la cirugía, hacen una asociación negativa con el veterinario y las veterinarias, ya que el perro no se olvida de lo que aprendió entre los 45 días y los cuatro meses. Las imágenes se quedan grabadas como fotografías y sufren cada vez que deben ir al médico. 

No pueden ingresar a Europa 

En varios países europeos está prohibido por ley la cirugía de corte de cola y orejas. Por eso, en las exposiciones de estructura y belleza se presentan perros con colas y orejas largas, y lo mismo ocurre cuando llegan desde Europa a Argentina. Ana María Oller, del Kennel Club Mendoza, destacó que lo que se juzga en estas exhibiciones es la pureza, es decir, cuánto se asemeja el individuo al estándar de la raza. Pero advirtió que en ninguna parte se menciona que para cumplir con este modelo deben tener rabo y pabellón auricular cortado.

Oller comentó que la entidad, miembro de la Federación Cinológica Argentina (que a su vez integra la Federación Cinológica Internacional), apuesta al bienestar y salud de los perros. Sin embargo, como no existe en el país una ley como la europea, en las exposiciones se acepta a ejemplares operados. De ahí que consideró fundamental avanzar en la educación de los criadores para que dejen de practicar cirugías. Un aspecto que puede favorecer esto, indicó, es que aunque las crías sean de máxima pureza, si tienen las orejas o el rabo cortados, no pueden venderlos a Europa.

 

Fuente: Diario Los Andes / Sandra Conte