El 15 de enero, Masha, una gatita de la calle de la ciudad de Obninsk (Rusia), encontró un bebé de 3 meses que había sido abandonado dentro de una caja
Ella evitó que el pequeño muriera congelado, acostándose encima de él. Su calor hizo que el bebé permaneciera con vida y gracias a su maullido el niño fue descubierto por una vecina. La noche que Masha encontró al pequeño fue muy fría, con temperatura -0°. Cuando llegó la asistencia la gata no quiso separarse del bebé en ningún momento.
Masha es una gata comunal, es decir es de los vecinos, de nadie en particular. Maullaba constantemente dentro de la caja para llamar la atención de la gente. Ahora el bebé se encuentra sano y salvo.
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Fuente: dailymail.co.uk