Allen Williams tuvo una feliz sorpresa la semana pasada, cuando recibió una llamada de un refugio de animales de Missouri para decirle que fuera a buscar a su perro, Titán, que había desaparecido de su patio hace unos tres años.
Cuando Titán vio a Williams comenzó a saltar y dar tantas muestras de alegría que era casi imposible tomarle una fotografia.
Titán tenía dos años cuando de alguna manera salió del patio cercado de la casa de Williams en Independence, Missouri, junto con el Pastor Alemán de su hija. Su perro tenía microchip y Williams recorrió refugios, puso infinidad de avisos, pero Titán no apareció. Finalmente llegó a la conclusión que debía haber sido recogido por alguien que había decidido mantenerlo.
La semana pasada una familia se presentó en el Proyecto Pet Kansas City con un Dobermann de mediana edad. Decidieron entregarlo al refugio pues se escapaba continuamente, y pensaron que debería tener un nuevo hogar. En el refugio verificaron que tenía un microchip que se le había deslizado hacia una de sus patas y estaba registrado a nombre de Allen Williams, quien recibió la inesperada llamada telefónica.
"Hicimos arreglos para que Williams viniera a buscarlo. Es emocionante ver mascotas perdidas reunirse con sus dueños. Es sin duda una de nuestras historias más felices" —dijo Tori Fugate, representante del Refugio.
En la casa de Williams ha habido algunos cambios en los últimos años. Titán es ahora mayor y más grande. El Pastor Alemán de su hija no apareció; hay un par de nuevos perros en la casa y una valla alta que impide que escapen.
"Espero que no sea un escapista profesional como Houdini" —bromeó Williams.
Fuente: huffingtonpost.com
