15 octubre 2014

Un perro cambió la vida de un niño autista


Toby Turner es un niño autista de nueve años de edad que fue excluido de la escuela por tercera vez por golpear y patear a sus maestros.

Toby se sintió tan molesto por su propia agresión, que le dijo a sus padres que estarían mejor sin él y temían que quisiera suicidarse.
La madre de Toby tuvo que renunciar a su trabajo como enfermera infantil para cuidar a Toby en su casa mientras encontraban un lugar para él en una escuela especial. La única manera de sacar a pasear a Toby fuera de la casa era poniéndole auriculares, gafas de sol y una gorra para bloquear el mundo.

Sin embargo, hace 16 meses, la familia recibió la ayuda de  la organización “Dogs for the disableded" (UK), la cual le presentó a Toby uno de sus perros llamado Sox.
El perro de tres años de edad, mezcla de Labrador y Golden Retriever, fue entrenado por la organización benéfica para ayudar a los niños con autismo.


Vikky, la madre de Toby, dice: "Sabíamos que Toby tenía afinidad por los animales, ya que antes habíamos estado en lugares con animales. Cuando vio al perro quedó como hipnotizado y era casi como si no existiera el mundo que lo rodeaba."Toby se acercó a Sox inmediatamente. Le habló, lo acarició, lo besó y dijo que quería cuidar de él". "Fue una amistad instantánea, un vínculo inmediato. Era extraño, Sox acababa de romper la necesidad de 'burbuja' de Toby quien dejó de usar sus auriculares, gafas de sol y gorra".

Vikky recordó: "Cuando fuimos a buscar a Sox nos llevó una hora llegar a casa porque Toby se estaba paraba y charlaba con la gente sobre su perro. Nos quedamos impresionados. Todos esperábamos que habría un cambio en Toby, pero que no imaginábamos que iba a suceder de inmediato. Pensamos que cualquier progreso llevaría mucho tiempo. El psicólogo incluso le ha dado el alta por el impacto increíble de Sox". 
"Tener este enorme perro constantemente a su lado le ha dado Toby la confianza que nunca tuvo". 

"Toda su actitud ante la vida se ha dado vuelta. Nos hemos quedado con un niño confiado y feliz, que ama la escuela. Sox va a todas partes con Toby —excepto a la escuela— y actúa como una influencia tranquilizadora. Por la mañana Toby se sienta y acaricia a su perro antes de ir a la escuela, asegurando que está listo para afrontar el día. Y tan pronto como llega a casa Toby, Sox se apresura a verlo. Si estamos fuera de casa puedo ver la ansiedad de Toby en aumento, Sox sabe bastantes pequeños trucos para distraerlo. Y si estamos en un restaurante, Sox se sentará y pondrá su cabeza en el regazo de Toby para tranquilizarlo".

"Sox ha salvado la vida de Toby y a nuestra familia. Antes, estábamos sobreviviendo literalmente. Tampoco podíamos salir en familia o visitar amigos". 

Las cosas han mejorado tanto que Toby y sus padres acaban de regresar de un fin de semana e incluso de pasar dos noches en un hotel, algo que nunca podrían haber intentado antes de que Sox llegara. Y mañana, Toby podrá celebrar su 10° cumpleaños con amigos, lo que era inimaginable en años anteriores. 



Fuente:  mirror.co.uk /  Nicola Fifield, Warren Manger