29 septiembre 2014

El megaesófago en el perro


Un problema difícil de detectar
Es un problema menos conocido y tampoco muy frecuente. Pero no por eso menos molesto. Es conveniente saber detectarlo al comienzo, no cuando ya está muy avanzado. 

Si nota que su perro mientras come o justo después de comer, de repente regurgita comida junto con una espuma blanca, puede ser que tenga o esté desarrollando el problema conocido como MegaesófagoLo primero que hay que hacer es acudir al veterinario para que haga un examen y así poder saber si el perro tiene o no este problema.

A continuación ofrecemos algunos datos orientativos que pueden ayudar a entender mejor de qué se trata y lo que puede hacer para intentar ayudar a su perro. 


¿Qué es el megaesófago canino?

Simplificando mucho el tema se puede decir que un esófago sano es un conducto recto que va desde la boca hacia el estómago.

Megaesófago es un conducto cuyo paréd ha cedido hacia afuera, formando una bolsa de menor o mayor tamaño dentro de la cual se queda la comida y el liquido ingerido. Por esto, cuando el perro come, los alimentos no llegan hasta el estómago y pasado un tiempo de haber permanecido en esa "bolsa" son expulsados (regurgitados).

  • Un megaesófago es difícil de detectar y diagnosticar y las opciones médicas son pocas. Sin embargo, muchos de los perros afectados pueden llevar una vida relativamente normal.
  • Los músculos del esófago no funcionan y no pueden mover los alimentos o el agua hacia el estómago. (Es como un globo que se infla varias veces y luego se cuelga inerte.)
  • El resultado es que los alimentos ingeridos permanecen dentro del esófago en la cavidad torácica y nunca llegan al estómago.
  • La complicación más grave es que el líquido digestivo/alimentos llenan el esófago causando que éste desborde, lo cual por lo general da lugar a la aspiración del líquido digestivo/alimentos, lo que lleva a una neumonía. (neumonía por aspiración)
  • Megaesófago puede ocurrir a cualquier edad, tanto en un cachorro como en un perro más viejo. Si afecta a un cachorro la causa suele ser genética. Si no es secundario a otra enfermedad en los animales adultos, se llama "idiopática" (causa desconocida).
  • Megaesófago puede ser secundario a otras enfermedades como la miastenia gravis, la enfermedad de Addison y otros trastornos neurológicos.          


Los síntomas


  • La regurgitación de agua, mucosas o los alimentos. Es muy típico ver una gran cantidad de liquido con mucha espuma blanca regurgitada. (Regurgitar es vomitar sin previo aviso, "vómitos" se asocia con náuseas.)
  • Pérdida de apetito o la negativa a comer.
  • Pérdida repentina de peso.
  • Dificultad para tragar, exagerados y/o frecuentes intentos de tragar.
  • Tratar de aclarar la garganta frecuentemente con un sonido "entrecortado".
  • Aliento de olor fétido.
  • Muchos perros pueden ser mal diagnosticados con un problema gastrointestinal.
  • Neumonía por aspiración es una complicación frecuente.      


Tratamiento


  • El perro tiene que ser colocado en una posición de alimentación vertical inmediatamente para evitar el hambre y/o neumonía por aspiración. (Nota: No quiere decir poner su "comedero en alto." Elevar el recipiente no coloca el esófago en la orientación correcta para que la gravedad vaya a funcionar.)
  • El perro debe permanecer en la silla por 20-30 minutos después de la alimentación para que la gravedad pueda hacer su trabajo.
  • Un alimento bajo en residuos o bajo en grasa, batido o en "albóndigas" funciona mejor. (Si se utiliza el método de albóndigas, éstas deben tragarse enteras.) Cada perro es diferente y se debe experimentar con la consistencia de los alimentos para ver qué le funciona mejor.
  • Se recomiendan múltiples tomas, 3-4 comidas al día.
  • Los líquidos se deben consumir en posición vertical.
  • Los medicamentos pueden incluir un reductor de ácido 1 o 2 veces por día. Medicamentos que aumentan la motilidad para ayudar a vaciar el estómago y así reducir al mínimo el reflujo del estómago al esófago. Y/o una "venda" esofágica para la esofagitis. También puede ser necesario el uso de antibióticos para la neumonía por aspiración.  
  • La alimentación vertical se puede lograr con una Silla Bailey.


Razas con mayor incidencia

Como ocurre con muchos defectos, el megaesófago también es un defecto genético en muchas razas. Esto quiere decir que en las razas afectados el problema se puede heredar de padres a hijos.


Shar Pei
Bulldog Francés
Dogo Alemán (Gran Danés)
Greyhound
Setter Irlandés
Fox Terrier de pelo duro
Golden Retriever
Labrador Retriever
 

A continuación vemos el video de un perro que nació con megaesófago congénito. Cuando el esófago está agrandado y no tiene ninguna movilidad muscular impide tragar alimentos cuando el perro está en posición horizontal. Sin ayuda, la comida queda atrapada en la garganta. Pero gracias a una silla especial, el perro queda en posición vertical y la fuerza de gravedad ayuda al alimento a bajar hasta el estómago. Obviamente, ser dueño de un perro en esas condiciones no es una tarea sencilla, porque se necesita mucha paciencia, pero eso no es imposible para quien realmente ama a los animales.






Silla Bailey






Nota: Este artículo está hecho con un objetivo meramente informativo. En caso de dudas debe consultar siempre con su veterinario ya que es el profesional indicado para esto y cada caso es particular.

Fuente:  Escuela Canina Maya