26 julio 2014

Correr con tu perro, una gran experiencia



Salir a correr con tu perro puede ser una excelente idea, ya que los beneficios son para los dos, pues tendrán la oportunidad de pasar un buen rato juntos, divertirse y ejercitarse; además de llenarte de energía, en tu caso, y descargar la que le sobra en el de tu perro.

Es posible ejercitarse con cualquier clase de perro excepto con los de razas muy pequeñas o con aquellas que tienen ciertos problemas congénitos en el sistema cardiovascular (como los Bulldogs), piernas cortas o problemas de respiración.

En ambientes urbanos los perros, por lo general, viven en espacios pequeños que no les permiten quemar la energía que les sobra y moverse de acuerdo al ejercicio que necesitan, peor aún para aquellos que viven en espacios reducidos como patios, jardines, terrazas o departamentos de pocos metros, pues desarrollan ansiedad, la cual solo puede solucionarse con ejercicio.


 CONSULTA A UN ESPECIALISTA

Si tu perro está acostumbrado al ejercicio desde cachorro, no tienes ningún problema; sin embargo, es importante que cuando está en sus primeros meses de vida le preguntes al veterinario qué tanto ejercicio puede hacer y qué tan seguido, pues en la etapa de crecimiento podría llegar a tener problemas musculares o de huesos.

Si a tu perro le cuesta trabajo, o te resulta incómodo correr con él, debes trabajar para que se acostumbre a hacerlo. Los primeros días tendrás que correr con correa y corregirlo cada vez que se adelante, evitando darle jalones fuertes que puedan lastimarlo; para ello usa una correa corta y enséñale a mantenerse a tu lado sin cruzarse y sin detenerse a olfatear.

LESIONES

Las patas y articulaciones de los perros son más delicadas que nuestras piernas; por si fuera poco sus cojinetes son blandos y pueden sufrir quemaduras, cortes y lesiones importantes si no se tiene cuidado por dónde se corre. Siempre debes estar atento a lo que tu perro hace; si cojea, si se queja o si le cuesta trabajo avanzar no insistas y llévalo con el veterinario antes de que una lesión leve se convierta en un problema serio.




Fuente: record.com.mx / Verónica Velázquez