29 mayo 2014

Los perros en la guerra



España, 1937. En pleno fragor bélico y con ayuda de un coronel español, los nazis se dedican a reclutar perros para adiestrarlos en su país como máquinas de matar. Los animales vuelan hacia Alemania en los mismos aviones de la temible Legión Cóndor que arrasaron Guernica y otras localidades españolas. Es solo uno de los desconocidos episodios que se recrean en 'Pacto de lealtad' (Planeta), una novela en la que se aborda por primera vez el papel de los canes en los conflictos bélicos del siglo XX. Su autor es Gonzalo Giner (Madrid, 1965) veterinario en activo y autor de éxitos de ventas sin proponérselo.

Giner es lo que los técnicos definen como «autor de best-sellers silenciosos», esos libros que triunfan por el boca-oreja sin necesidad de promoción. Y es que antes de esta novela -reimpresa el mismo día que llega a las librerías- Giner ha vendido más de medio millón de copias de 'El sanador de caballos', donde investigó el origen de su profesión, y 'El jinete del silencio', en la que exploraba la creación de los purasangres españoles en el siglo XVI.

«El perro ha sido durante 17.000 años el ser más leal y cercano a los humanos; nos ha ayudado a cazar y a sobrevivir, pero nosotros le pagamos con la peor moneda y le hacemos las mayores atrocidades, llegando a adiestrarlos en la barbarie»,

lamenta Giner. Especialista en nutrición vacuna, se levanta cada día a las cuatro de la mañana y dedica tres horas a escribir antes de abordar sus interminables jornadas veterinarias «de muchas horas y cientos de kilómetros en los que se van armando las novelas». Activo en el serrano norte de Madrid y en las provincias de Ávila y Segovia, tras muchos años de labor aún sigue fascinado «por la contagiosa honestidad de los animales».

Giner conocía bien el uso militar de los canes en las dos guerras mundiales, en las que los perros «tendieron cables, localizaron e hicieron estallar minas, tiraron de carros con armamento y vigilaron presos en los campos de exterminio». «En todos los bandos, cientos de miles de perros perdieron la vida en estos conflictos, algunos de forma muy cruel, como los canes rusos a los que acostumbraban a comer bajo un tanque y enviaban luego a buscar alimento cargados de explosivos bajo los tanques enemigos que volaban con ellos». Fue en la Guerra Civil española donde se dio a los perros un uso humanitario y sanitario y la Cruz Roja implantó sus Unidades Caninas de Rescate.

Comenzó Giner a investigar el papel de los perros en la incivil contienda española y tirando de un hilo sin muchos cabos armó la historia de un capitán prusiano, criador de perros pastores que reconvirtió su nomenclatura a pastores alemanes. 'Campeón', un chucho con un enorme instinto de protección, «un mil leches» en el argot veterinario, es el protagonista canino de «esta novela de aventuras» en la que se establece un insobornable pacto de lealtad entre el animal y Zoe Urgazi, «una joven viuda empeñada en ser veterinaria en la España republicana en un tiempo en que al profesión estaba vedada a las mujeres». 



Hitler y Blondie




«Es un anti-héroe, un mestizo en las antípodas de la pureza de sangre que los alemanes también buscaban para sus perros», explica Giner. La historia transcurre entre España y el sur de Alemania, y en ella juega un importante papel un Goering empeñado en hacer de los perros máquinas de guerra. Y aparece Adolf Hitler, «que era paradójicamente un gran amante de los perros y mató a Blondie, su perra pastor alemán, poco antes de suicidarse en el búnker de Berlín».






Giner ha creado a su can protagonista inspirándose en 'Salero' «un perro que estuvo en 1934 en la revolución de Asturias y en la IV bandera de la Legión en Marruecos». «Hay testimonios de cómo en la guerra corrió entre las balas por las trincheras, de que participó en la toma de Badajoz y en la batalla de Madrid, donde mataron a su amo, y de cómo reapareció solitario al final de la guerra en Soria», explica.

El fiel chucho será el baluarte de la vida de Zoe, que se desmorona poco antes del estallido de la guerra, cuando su marido muere en la revolución asturiana al tiempo que ella descubre su infidelidad; su padre, además, es encarcelado. Sin ingresos ni patrimonio será desahuciada del palacete madrileño donde reside e intentará sobrevivir en un país turbulento junto a 'Campeón', el perro sin estirpe, que le ayudará a sortear los peligros de la guerra.

«Es una historia de emociones, de acción y de aventuras», insiste Giner, fascinado desde su juventud por la lectura de 'Todas las criaturas grandes y pequeñas', de James Herriot y a quien la literatura empujó «para ser veterinario». En algo más de 600 páginas entrecruza ahora historias de espías, amor, traiciones y experimentos secretos en pos del perro perfecto en el periodo más dramático del siglo XX.



Fuente: lavozdigital.es