05 marzo 2014

Patrick, su increíble recuperación


Newark, NJ, EE.UU.
Patrick, un cachorro Pitbull, estuvo maltratado quien sabe cuánto tiempo por su dueña, Kisha Curtis (28), quien dejó de alimentarlo y darle de beber. Cuando lo dio por muerto lo arrojó por el conducto del incinerador desde el piso 19 en una bolsa de basura. Un trabajador de mantenimiento vio un movimiento en la bolsa y encontró al pobre cachorro frío y casi muerto, cuando estaba ingresando al compactador de basura.



Contactaron a Control de Animales de la ciudad de Newark y el agente Arthur Skinner tomó al perro y lo llevó a la Sociedad Protectora de Animales.
 

Sus huesos sobresalían por todo el cuerpo, con los ojos desorbitados... estaba pidiendo ayuda. Patrick fue trasladado de urgencia a  la veterinaria de Garden State en Tinton Falls, NJ. 

Por lo general, la eutanasia se aplica en casos de perros que están tan cerca de la muerte como estaba Patrick. Pero el veterinario a cargo, la Dra. Lisa Bongiovani, vio algo en los ojos de Patrick. Ella vio su deseo de vivir y que, a pesar de estar tan demacrado y deshidratado, e incluso de haber caído 19 pisos, Patrick logró sobrevivir . Entonces ella hizo lo correcto: tratar de salvar su vida.
 
Recibió una transfusión de sangre, fluidos y un baño y fue cubierto con mantas calefactoras. Su caso era muy severo. 
Le dieron atención de emergencia veterinaria las 24 horas durante muchos días.Y sobre todo, caricias, palabras suaves y mucho amor. 



Día a día, mejoró, ganó peso, le volvió a crecer el pelo y consiguió pararse sobre sus cuatro patas. Había sido tratado muy cruelmente, pero todo comenzó a cambiar. 


Gracias a todos los voluntarios y a los veterinarios que ayudaron a recuperar a Patrick, su transformación fue increíble... Lo llamaron Patrick, porque lo encontraron el día de San Patricio. Ahora, después de su recuperación, es un perro saludable y feliz.



Fuente: bhrescue.com


Nota del E. :
«Los hechos sucedieron en Newark, New Jersey, EE.UU, en Marzo de 2011.  Kisha Curtis luego fue condenada a 6 meses de cárcel o a pagar U$ 1.000 y servicios a la comunidad. Esto, en mi opinión, es realmente nada comparado con lo que le ha hecho a su perro. Debemos repensar globalmente nuestra forma de ver los derechos de los animales. Ellos no pueden defenderse a sí mismos, y no debemos permitir que los que abusan de ellos apenas paguen por sus crímenes».

Kisha Curtis