16 noviembre 2013

Los perros pueden diferenciar entre rostros conocidos

Existen diferencias entre los perros en su capacidad de selección de señales discriminatorias

Muchos estudios demuestran que los perros son capaces de discriminar entre caras familiares y desconocidas pero en este se sugiere que también pueden diferenciar a personas conocidas gracias a la información visual que seleccionan de sus caras.




Las caras son una categoría visual importante para muchos grupos taxonómicos, y el rostro humano no es una excepción. Debido a que los rostros difieren de formas sutiles y poseen muchos rasgos idiosincrásicos, proporcionan una rica fuente de señales perceptivas. Una buena cantidad de esas señales se aprenden a través de las interacciones sociales y se utilizan para la identificación futura de los seres humanos individuales. 

Los perros domésticos representan un modelo perfecto a este respecto, debido a su probada capacidad para extraer la información importante de la cara humana en las interacciones socio-comunicativas. También hay pruebas que sugieren que los perros pueden identificar a su propietario o a otros humanos conocidos usando la información visual de la cara. Sin embargo, la mayoría de los estudios han utilizado solo el comportamiento de mirar de los perros para examinar su procesamiento visual de rostros humanos y solo se ha demostrado que los perros pueden diferenciar entre las caras humanas familiares y desconocidas.

En este estudio* se examinó la capacidad del perro para discriminar las caras de dos personas conocidas por elección activa (aproximación y contacto). Por otra parte, en etapas sucesivas del experimento se investigó lo bien que los perros discriminaban a los seres humanos en diferentes representaciones reduciendo sistemáticamente la riqueza de la información y la calidad de los estímulos. Los autores encontraron una enorme variación interindividual e inter-etapa en el rendimiento, lo que indica que existen diferencias entre los perros en su capacidad de aprendizaje, así como en la selección de las señales discriminatorias.

A nivel de grupo, el rendimiento de los perros disminuyó significativamente cuando se les presentaron fotografías de cabezas humanas después de haber aprendido a discriminar las cabezas reales, y cuando -después de volver a aprender- se enfrentaron a las mismas imágenes que mostraban sólo las partes interiores de las cabezas.

Sin embargo, como dos perros dominaron rápidamente todas las etapas, los autores llegaron a la conclusión de que los perros son, en principio, capaces de discriminar a las personas sobre la base de la información visual de sus caras y mediante la toma de decisiones activas.


*Huber L, Racca A, Scaf B, Virányi Z, Range F. Discrimination of familiar human faces in dogs (Canis familiaris). Learn Motiv. 2013 Nov;44(4):258-269.


Fuente: Portal veterinaria Argos / María Villagrasa Ferrer