01 marzo 2013

Lilica, historia de una perrita


Lilica viaja kilómetros cada noche para recoger la comida especialmente preparada para ella y los demás animales de la familia: otro perro, un gato, gallinas y una mula, que a veces no tienen qué comer.

Lilica vive en un depósito de
chatarra en Sâo Carlos, Brasil, fue abandonada y Neile fue quien la encontró y la llevó a vivir con ella, pero hubo tiempos difíciles y eran muchos en casa y la comida no alcanzaba. Lilica decidió ir a buscar ayuda.

Cada noche tiene una rutina, viaja varios kilómetros a lo largo de una carretera oscura para reunirse con Lucía, quien se hace cargo de perros y gatos callejeros desde hace 30 años.

Lucía ha desarrollado una rutina especial con la perrita: se encuentran a las 9:30h de la noche, Lilica come algo de comida y luego lleva el resto de la bolsa con comida al depósito para alimentar a los demás animales.

Lucia dijo: "Me di cuenta que ella comía y luego se quedaba mirando la bolsa. Un dia cogió la bolsa intentando llevar el resto de la comida y terminó por caerse toda, ya que no estaba atada". Un vecino le dijo a Lucia que tal vez la perra quería llevarse el resto consigo. Desde ese momento Lucia 

ata la bolsa para que Lilica emprenda el camino de vuelta a casa. Un día la siguió para ver adónde la llevaba; el panorama que vio la dejó sin palabras... suavemente coge la bolsa y viaja de regreso a casa para ofrecer la cena a su familia.

Neile dice: "Lilica ha estado haciendo la entrega de comidas todas las noches durante tres años, es una perra especial. Algunas personas se esconden y no quieren compartir lo que tienen con los demás. Ella no, ella lo comparte." 


Fuente: Igualdad Animal