23 agosto 2012

¿Por qué los perros se persiguen la cola?

Los perros que persiguen su cola no están jugando, pueden tener un trastorno obsesivo.
Un equipo científico finlandés ha analizado cómo influyen distintas variables en el hecho de que los perros se persigan la cola. La raza, las experiencias de la infancia, el estrés o la alimentación son determinantes.



¿Por qué los perros se persiguen la cola? Es una escena habitual, pero tal vez no sea solamente un juego simpático. Una investigación de la universidad de Helsinki ha encontrado similitudes entre este comportamiento canino y los trastornos obsesivos-compulsivos (TOC) humanos.

22 agosto 2012

Sobredosis de TV

"Si tu mejor amigo ya no quiere estar contigo...¿no será que estás viendo mucha TV?

21 agosto 2012

Mi perro me mordió

Inhibición de la mordida

La inhibición de la mordida es una de las enseñanzas más importantes que debes inculcar a tu perro. Debe aprender, desde una edad muy temprana, que sus dientes pueden lastimar, que a ti te duele cuando él te muerde, y que debe aprender a controlar o inhibir su mordida.


Juego entre perros:
Si alguna vez viste dos perros jugando entre sí, una de las primeras cosas que habrás notado es que tienen una manera de hacerlo que es bastante brusca. Muchas personas confunden el juego entre perros con peleas. Dos perros jugando se empujan, se gruñen, y se muerden, en un ritual muy similar al de una pelea. Es posible que el juego se torne más brusco aún, y que en un momento determinado uno de los perros le cause dolor a otro a través de su mordida.

Jugando con humanos: 
 Cuando durante el juego, uno muerde a otro y le causa dolor, se siente agredido tiene varias maneras de informar al “agresor” un claro mensaje de: Oye, eso sí que me dolió, por favor, ¡no me muerdas tan fuerte! Este comportamiento se observa principalmente entre cachorros que juegan entre sí, donde el agredido emite un chillido agudo indicando su dolor. Inmediatamente, el “agresor” dejará de morder, pues se acaba de dar cuenta que con la presión ejercida de sus mandíbulas, causó dolor a su compañero. Este comportamiento suele repetirse a lo largo del juego, y va condicionando a los cachorros a no morder más allá del límite de dolor de su compañero. Él aprende, desde edad temprana, a inhibir su mordida.

El lenguaje de los humanos: 
La forma habitual que los humanos tenemos de reaccionar ante el dolor es bastante diferente que la de los perros. Cuando nuestro cachorro nos muerde, tenemos distintas actitudes como por ejemplo:

 Gritarle  “¡no me muerdas!”
 Alejarlo:  con un empujón
 En niños: llorar, correr en círculos, agitar los brazos
 En casos extremos: golpearlo

Ante los comportamientos naturales del ser humano:
Cuando le gritas, él entiende: ¡Guau! ¡Aff! ¡Qué juego divertido!
Cuando lo empujas, él piensa: ¡Empujones! ¡Qué lindo!
Cuando un niño llora, él piensa: ¿que está pasando?
Si el niño corre en círculos, o agita sus brazos: ¡Quiere que lo persiga! ¡Y que le muerda los tobillos o los brazos!
Cuando lo golpeas: ¡Qué dolor! ¡Yo con este ya no quiero jugar más, me va a hacer daño!

Imitando el lenguaje...
Cuando de comunicarse con animales se trata, lo que mejor funciona es aprender e imitar su comportamiento. Como viste en el punto anterior, muchas veces el mensaje que queremos enviar es muy distinto del mensaje que el perro recibe. La próxima vez que tu cachorro te muerda, ¡chilla! Chilla como chilla él cuando algo realmente le duele, un chillido agudo. Si lo haces bien, verás como él rápidamente te soltará. En ese instante, felicítalo y continúa jugando. Si te vuelve a morder, vuelve a chillar, y vuelve a felicitarlo cuando deje de hacerlo.

Perros  insistentes...
Por supuesto que muchas veces hay que recurrir a un paso adicional, y que también tiene que ver con la conducta natural de los perros. Cuando un perro se cansa del juego del otro, se da media vuelta y se va. Es decir, finaliza el juego mediante un tiempo fuera. Si insiste en morder, imita ese comportamiento. Finaliza el juego durante algunos minutos. Dale la espalda e ignóralo completamente. Si él insiste, vete a una habitación o a algún lugar donde no tenga acceso. Luego de unos minutos de calma, regresa a jugar nuevamente como si nada hubiera pasado. Una buena norma es hacer un tiempo fuera luego de dos o tres “chillidos”. Tu perro aprenderá que el morder finaliza el juego.

Fuente:  Fernando Borcel / Foyel.com

16 agosto 2012

Reflexiones sobre la eutanasia

Dr.Juan Agustín Gómez

Después de algunos años de práctica en la clínica de animales pequeños, se fue desarrollando en mí una creciente inquietud con respecto a este tema, ya que siempre había sospechado que era necesario tener una posición, una actitud coherente y sobre todo honesta frente a una situación en la que tantas veces me había encontrado implicado y actuado mecánicamente de acuerdo a los "usos y costumbres" social y profesionalmente aceptados.

Han transcurrido unos cuantos años más, he acumulado experiencia, he observado con preocupación y atención, he incorporado información y actualmente creo poder expresar una opinión cuando se me requiere y ésta es una de esas oportunidades.

Ante todo debemos dejar aclarado el significado de la palabra "eutanasia", con el propósito de que todos sepamos a qué nos referimos cuando la mencionamos. Personalmente opino que se la usa incorrectamente ya que etimológicamente significa "buena muerte" o "bien morir" y el diccionario la define como "muerte sin sufrimiento" y rara vez, el que la practica, se detiene a pensar si está provocando algún tipo de sufrimiento en su VÍCTIMA. Recordemos, como ejemplo, al tristemente difundido uso de miorrelajantes del tipo del  Paranoval  que simplemente matan por asfixia.

Quiero referirme en esta oportunidad a la situación límite que, en la práctica diaria de la clínica de pequeños animales, suelen presentarse en la relación entre paciente, propietario y médico veterinario actuante, dejando de lado, momentáneamente todas las otras razones, circunstancias y medios en y por los cuales se llega a decidir que uno, varios o muchos animales deben morir. Es mejor así debido a que el análisis de motivaciones culturales, sociales y económicas, implica un conocimiento técnico amplio y profundo de cada uno de esos campos y no me parece prudente tratarlos con ligereza. De todos modos, cualquiera sea el punto de partida, la meta es la reivindicación de un principio ético fundamental: el respeto por la vida en todas sus formas.

De la mencionada relación de tres trataré de analizar, en primera instancia, las diversas actitudes de dos de sus miembros, siguiendo así la costumbre establecida en nuestro medio de prescindir de la opinión de un tercero. Dejaré para el final la observación de la situación y la actitud de este tercer personaje que es, obviamente, el paciente.

El médico veterinario y el propietario deben coincidir, necesariamente en sentido afirmativo, para que el hecho se produzca.


¿Por qué el propietario decide que su animal debe morir?

1) Porque el animal está muy viejo, sordo, casi ciego y camina con dificultad y "él no puede soportar" verlo en esas condiciones, recordando los momentos felices que pasó viéndolo retozar cuando era joven.

2) Porque, si bien es joven, "él no tolera" verlo con ese aspecto horrible que le da la enfermedad de la piel, crónica y tan rebelde a los tratamientos que por otra parte produce un olor tan desagradable, "pobrecito" (?).

3) Porque la enfermedad es grave, con pocas posibilidades de superarla y "él sufre mucho" pensando que, después de tanta lucha y dolor, de todos modos su animalito puede morir.

4) Porque la situación familiar, derivada de la preocupación por la enfermedad del animal "se hace insostenible".

5) Porque verdadera y sinceramente, cree que existe una posibilidad de ahorrarle sufrimientos supuestamente inútiles a un animal que ama de verdad.

6) Porque acepta el consejo del médico veterinario.

Los cuatros primeros casos, cuyos argumentos he debido escuchar casi textualmente con tanta frecuencia, son el resultado de una actitud absolutamente egoísta, refiriéndose todos ellos a la preocupación que el dueño tiene por su propio bienestar, olvidando considerar a quien realmente necesita consideración.

Quien nos ha dado tantos momentos felices a través de muchos años merece que, al menos, le dediquemos unos meses de esfuerzo y algo de preocupación para ayudarlo a transitar sin dolor los últimos tramos de su vida.

El ser que nos hizo enorgullecer con su belleza no merece ser condenado a muerte porque momentáneamente no satisface las necesidades estéticas de nuestra vanidad.

Nuestro propio dolor por el enfermo que sufre no puede ser contemplado antes que el del propio enfermo, porque es él quien necesita ayuda.

¿Y la situación familiar? Muchas veces se invoca la presencia de niños para los cuales la situación resultaría una experiencia desagradable. ¿Por qué no aprovecharla para brindarles un ejemplo de solidaridad con el que sufre y de amor por la vida?

Los motivos expresados en los casos 5 y 6 merecerán ser incluidos en las consideraciones generales. No obstante sería bueno pensar si detrás de ese "ahorrarle sufrimientos" no se oculta la intención de desembarazarse de una verdadera carga o si el consejo del profesional no resulta especialmente apropiado y oportuno para aliviar un sentimiento de culpa por la consumación de un hecho que no podrían llevar a cabo sin un cómplice.


¿Por qué el médico veterinario decide que su paciente debe morir?

15 agosto 2012

Ajo y Santos




                     Mi amigo Ajo y su perro Santos  /  My friend Ajo and his dog Santos.





14 agosto 2012

Schoep

Winsconsin, USA.
La fotografía de John Unger y su perro Schoep hace furor en Facebook, donde ha recibido más de 250.000 adhesiones.

                                                                                                 Imagen: Hannah Stonehouse

Schoep tiene ahora 19 años y está con John desde que lo adoptó a los 8 meses. Tiene artritis y se mueve  con dificultad. John descubrió que los baños de agua templada le hacen mucho bien y alivian sus dolores. Por eso lo lleva todos los días al lago Superior, el que en esta época se encuentra con el agua a elevada temperatura, y se introduce con Unger en brazos. Lo sostiene flotando hasta que el perro totalmente confiado se duerme.



 Fuente: The Huffington Post

11 agosto 2012

Perra salva a sus cachorros




"Amanda", la perrita que salvó a sus cachorros en medio de un incendio, protegiéndolos en un camión de bomberos, ha sido calificada como héroe en las redes sociales y bien vale dicho calificativo. Amanda, logró salvar a sus cinco cachorros de tan solo 10 días de vida, luego que un incendio afectara la casa donde vivía.



Lamentablemente una de las perritas horas más tarde falleció, pues tenía graves quemaduras. Los otros cuatro se encuentran bien.



Fuente: todoperros.es/ zocalo.com.mx

10 agosto 2012

¿Alzheimer canino?

El perro anciano se desorienta, ¿tiene Alzheimer canino?

La mitad de los perros mayores de 15 años padecen el síndrome de disfunción cognitiva o alzheimer canino, con pérdida de oído y de visión, pero también de memoria.
El animal que envejece puede experimentar algún tipo de demencia que le haga sentirse desorientado. Es el denominado síndrome de disfunción cognitiva en el perro, o "Alzheimer canino", que padecen uno de cada dos canes mayores de 15 años.


El perro anciano se despista y, en ocasiones, no nos reconoce, ya que nuestro amigo oye y ve peor, mientras que su cerebro tampoco funciona como antes. Para ayudar a nuestro perro, se debe conocer en qué consiste el síndrome de disfunción cognitiva o Alzheimer canino, reconocer a tiempo las señales que avisan de que el perro padece Alzheimer, así como las propias del envejecimiento, y atender con cariño y mimos especiales al can que envejece. Nuestro viejo amigo nos necesita más que nunca.

06 agosto 2012

Medicar al perro

Medicar al perro sin consultar al veterinario. Una práctica peligrosa.

Los medicamentos fabricados para las personas pueden resultar tóxicos para el perro, e incluso provocar su muerte. Esto explica que nunca se deba medicar al can, ni proporcionarle fármacos humanos sin consultar antes con su veterinario. Sin embargo, medicar con fármacos humanos es peligroso y bastante habitual. El ibuprofeno está entre los fármacos más ofrecidos al can sin preguntar antes al veterinario. Pero debemos recordar que el perro no es una persona, por lo que su organismo no acepta ciertas sustancias que, sin embargo, sí toleran los humanos. 
 
Cuando el perro padece un malestar, no es infrecuente que el dueño piense en la posibilidad de recurrir a sus propias medicinas para paliar el dolor de su can, con el fin de ahorrarse la visita al veterinario. "Si yo, cuando tengo fiebre, me tomo esta medicina, cuando el perro tenga fiebre, le ofreceré la misma". 
 
La industria de la medicina veterinaria ha avanzado mucho; y ahora hay medicamentos específicos para los perros, cuyos prospectos indican cuántas tomas, y qué cantidad debe tomar el animal, en función de su peso.
El problema, frecuente y peligroso, viene cuando los dueños medican a sus perros con los mismos productos que utilizarían para ellos mismos. Sin saber ni la dolencia de su mascota, ni la cantidad de medicamento que deben suministrarle.

Esta imprudente práctica no es, sin embargo, tan extraña. Casi uno de cada tres propietarios de perros no consulta con el veterinario antes de automedicar a sus amigos de cuatro patas, según un estudio realizado por la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología, con sede en Chile. En el estudio 'Uso de medicamentos por parte de propietarios de mascotas' el veterinario Flavio Briones Silva, autor del ensayo, pudo comprobar cómo el 42% de los dueños de animales, además, tampoco acude a la consulta del veterinario para vacunar a sus perros. O bien inyectan ellos mismos a sus mascotas, o bien acuden a amigos y familiares médicos o enfermeros.   

Cuando un propietario ofrece una medicación humana a su animal, suele hacerlo con buena intención. Lo que seguramente ignora el propietario es que sus medicinas pueden provocar una grave intoxicación al perro e, incluso, su muerte.

Los antiinflamatorios, como el ibuprofeno, y los analgésicos, como el paracetamol, se encuentran entre los fármacos que en más ocasiones los propietarios ofrecen a su perro, sin consultar antes con el veterinario. Este tipo de medicamentos, muy generalizados entre las personas, se utilizan por sus cualidades para prevenir o minimizar la inflamación de ciertos tejidos.

Debemos tener en cuenta que el perro no es una persona, por lo que su cuerpo tampoco funciona igual que el nuestro; ni es capaz de atacar las medicinas que son inofensivas para las personas del mismo modo. Las enzimas del perro que deben atacar a los fármacos son diferentes a las nuestras, y también es distinta la forma de eliminar las sustancias que tiene nuestra mascota.

Esto explica que muchas sustancias que contienen los fármacos humanos no salgan del cuerpo de nuestro amigo de cuatro patas. Su organismo, sencillamente, no está preparado para sintetizarlas o eliminarlas. Estos componentes tóxicos quedan acumulados en su cuerpo, en órganos como el hígado y los riñones. Lo que explica que, con el tiempo, se puedan producir graves daños, hemorragias e, incluso, el fallecimiento del animal. 

No sirve, tampoco, tratar de calcular la cantidad que debe ingerir el perro extrapolando la información que contienen los prospectos para los niños o para el adulto, y haciendo el cálculo en función del peso de nuestro can. El perro, sencillamente, no es una persona, sino un animal con una gran variedad de tamaños, peso y razas. 

Razones de peso para no dar medicinas humanas al perro

  • Recuerde que los medicamentos humanos pueden ser peligrosos, e incluso mortales, cuando los ingiere un perro.
  • Nunca ofrezca a su can fármacos para personas sin la prescripción de su veterinario.
  • No trate de calcular la dosis que debe ingerir el perro extrapolando la información que contienen los prospectos para los niños o para el adulto: es peligroso.
  • Tenga en cuenta que el mercado veterinario ha avanzado de forma notable: existen productos específicos para el perro que velan por su seguridad.


    Fuente: eroski consumer

05 agosto 2012

Homenaje: Marilyn

( 01/06/1926 - 05/08/1962)



Aquí con Maf, un pequeño Bichón Maltés que Frank Sinatra regaló a Marilyn en Nueva York en Noviembre de 1960, el que logró la mayor fama, de todos los perros que tuvo, como consecuencia del libro titulado "The Life and Opinions of Maf the Dog, and of His Friend Marilyn (La vida y las opiniones del Perro Maf, y de su amiga Marilyn), publicado por el escritor Andrew O´Hagan.






03 agosto 2012

Camoens, el perro que inspiró a Saramago

Murió Camoens, el perro que inspiró al Nobel en su novela "La Caverna" (2000)


Camoens, el perro de agua en el que José Saramago se inspiró para crear a "Encontrado", el mejor aliado del alfarero protagonista de su novela "La caverna", ha muerto en Lanzarote, ha contado hoy la viuda del escritor, Pilar del Río, en un emotivo texto publicado en la web de la Fundación.

"Ha muerto Camoens, el perro que inspiró a Saramago", titula Pilar del Río su despedida al animal, que llegó a su hogar de Lanzarote al mismo tiempo que el escritor conocía que había sido galardonado con el Premio Camoens (1995).
"Entra, has encontrado tu casa. Así llegó Camoens a la vida de José Saramago", prosigue la viuda del Nobel sobre este perro, "dulce y noble", que fue bautizado como el gran poeta portugués y que sufrió con desgarro la muerte del escritor en 2010.