En el viento viajan voces y diversos sonidos, muy alejados en tiempo y espacio…
Existen
peligrosos conjuros de atracción electromagnética que permiten percibirlos, que
además, transmutan como propias las experiencias asociadas a dichas
vibraciones…
Puede que continuamente ocurran estos fenómenos, sin la necesidad de fórmulas mágicas, sólo amplificando
el poder de la imaginación… O como sugirió Aldous Huxley:
" [...] una de las funciones
del sistema nervioso del animal humano es la de protegernos de lo infinito… Cada persona, en cada momento es capaz de percibir cuanto está sucediendo en
cualquier parte del universo. La función del cerebro y del sistema nervioso
central es la de protegernos de esta masa inagotable de información. Por así
decirlo, filtrar la infinitud de lo real y hacerla digerible…”
Estar de pie en una zona elevada, en donde el vendaval pase
brioso, cerrar los ojos y permitirse diluirse en el infinito, para escuchar en
el viento…
El último agónico suspiro de ese oso polar, que acaba de morir exhausto,
sobre su delgada e improvisada balsa de hielo…, que se deshace lentamente en el
océano infinito…
… a ese
anciano de mirada ya vidriosa, que desde su último lecho observa inmóvil los fluorescentes del hospital y siente que la vida se le escapa… pensando ¿qué carajo me pasará ahora…?
… el
estruendo de ese adolescente vietnamita que acaba de explotar en trozos
asimétricos, por pisar una vieja mina antipersonal de los patriotas yanquis.
… de esa gris
paloma con genética degradada y hábitos mecánicos…, el crujir de su pequeño tórax,
debido a esa despiadada pedrada, lanzada
por unos niños de mierda.
… el ruido
seco de ese centenario árbol, que cercenado ruidosamente, siente impávido cómo
se desconecta de su tierra..., cayendo inexorablemente hacia ella.
… el llanto de
esa joven ebria, que siente algo nuevo e intenso, mezcla de dolor y horrendo
placer, sensación perpetrada por otros jóvenes que la retienen, indefensa.
… la risa de esa
mujer adinerada, con rasgos globalizados de bisturí y muecas de guasón que
celebra bebiendo su gran ascenso laboral, fruto de sus virtudes sexuales y
curriculum maquillado.
… el quejido del
atleta que recién superó la marca de tiempo, gracias a una ayuda extra-química,
que piensa que la meta justifica sus
medios.
… a ese lobo,
que ya no siente el terrible dolor en sus piernas casi mutiladas… por esa
trampa que no supo eludir…
Eludir… eludir la lucidez…, gran tentación para personas lúcidas. Se la puede eludir fácilmente…, aunque no el
dolor que ésta provoca.
Calmado momentáneamente el
vértigo ante el caos y la incertidumbre.
Calmada la ansiedad que provoca carecer de respuestas ante los ¿para qué? de
la vida… Calmadas estas agridulces furias con el placebo del descubrir lo
relativo y aparente de las mutables respuestas ante los ¿por qué? de la vida…
Sereno contemplo el infinito…o imagino que lo hago…, o lo hago
porque imagino que así lo hago…, o no lo sé… Ni me importa mucho ahora.
¡Qué panorama tétrico se formó…! Aunque la vida, por fortuna, no sólo se manifiesta tétricamente.
Este conjuro, este infinito no filtrado, estas imaginaciones, atraen
otros sonidos…
… los ladridos
de alegría y recibimiento de aquel perro holgazán que saluda cariñosamente a su
dueño recién llegado del trabajo…
… la risa con
lágrimas de felicidad de aquella abuela que abraza a su nieta, recién casada
con un muchacho caballeresco, educado y buen mozo…
… el estallido
de petardos bajo una mesa navideña y las risas de unos niños traviesos…
… el piar de
los polluelos, que recién eclosionados buscan
el calor de su madre…
… el sonido
tranquilo de las hojas en un bosque centenario en una tarde cualquiera…
… el sonoro primer beso de la vecina del sexto al
chico del tercero…
… las palabras
de aliento de ese padre a su hijo, una madrugada de insomnio por exámenes…
… el grito
incomprensible de victoria, de aquel
troglodita escuálido, que recién logró atravesar la sabana africana…
… el estremecedor
aullido del lobo solitario a su admirada
luna…
Leo un email
de una organización que dice:
“ […] los niños y los trabajadores son obligados a
realizar largas jornadas recogiendo y procesando el fruto del cacao. De acuerdo
con diversos informes del Instituto de Agricultura Tropical, más de 284.000
niños de entre 9 y 12 años trabajan en granjas de cacao en África Occidental en
condiciones peligrosas. De entre estos, más de 12.000 podrían encontrarse
trabajando en condiciones de esclavitud, traídos de países como Mali, Burkina
Faso, Benin y Togo…”
“ […] La nueva entidad bancaria gallega Novacaixagalicia ha sido
intervenida recibiendo una inyección de capital de 2.465 millones de euros procedentes
del bolsillo de todos los españoles. Varios ex-directivos de esta entidad se
han jubilado este verano cobrando unas escandalosas indemnizaciones
multimillonarias y, a pesar de la actual situación, se niegan a devolver el
dinero obtenido. Entre ellos, el exdirector,
que por la prejubilación, el seguro y el
fondo de pensiones recibirá 18,5 millones de euros, de los que ha cobrado 7,7
millones…”
Y
así, fluctúo del relax budista impasible a la tensión del estrés paralizante.
Sentir
y pensar en que se está perdiendo el tiempo es vertiginosamente horrible.
«Se ha visto que al
escuchar música se activan las áreas del cerebro que se encargan de la imitación y la empatía. Son las zonas
donde están las neuronas espejo, que
actúan reflejando las acciones e intenciones de los otros como si fueran
propias; de esta forma podemos sentir el dolor de los otros, su alegría, su
tristeza e imitar sus acciones. Quizás por eso, la música es capaz de tocar nuestras
emociones y crear lazos sociales, porque
nos permite compartir sentimientos…»
Carn Edeluz