10 mayo 2012

Plantas peligrosas para los gatos


Los gatos utilizan algunas plantas del campo y de jardín para purgarse, para mantener su sistema digestivo en condiciones. Con algunas plantas regurgitan las bolas de pelo que suelen acumularse cuando su lengua áspera las arranca en el proceso regular de acicalado.

Si esas plantas llamadas generalmente hierbas gateras hacen mucho bien a los gatos, hay otras que representan un riesgo serio para su salud. Su ingesta puede ocasionar graves trastornos o por su toxicidad llevar a la muerte al felino que las ingiere. Recuerde que los gatos se ven tentados de comerlas por curiosidad. Trate de reconocerlas para privarlas del entorno en el que deambulan los gatos. Vamos a repasar aquí algunas de esas plantas que son tóxicas:

Lirios tigres.
Se trata de las plantas más venenosas para los gatos. Producen fallos renales en los gatos y todas las partes de estos lirios son tóxicas. Téngalo en cuenta. El efecto es relativamente rápido, los gatos pueden ver paralizados sus riñones en las 24 o las 72 horas siguientes a la ingesta. Los efectos reconocibles en los gatos son somnolencia, vómitos y aumento considerable de la sed.

Solanáceas.
Las solanáceas son plantas de la familia de las patatas y representan también un veneno potencial para los gatos. La sustancia tóxica se llama glycoalkanoide solamine y se puede encontrar en las hojas y los tallos. Algunas plantas de esta familia de las solanáceas son las papas (patatas), los tomates, las berenjenas o el pimentón. Todas, cuanto más lejos de sus gatos, mejor.

Hiedra, muérdago y crisantemos.
La hiedra causa erupciones en los gatos y son potencialmente tóxicas. Pero no sólo la hiedra común, sino otras llamadas las hiedras inglesas, la hiedra de Boston o la hiedra corazón. El muérdago es otra planta que no deben comer y  con las que pueden intoxicarse. ¿Cuál es la parte más venenosa? Sin duda, las bayas, los frutos. Los crisantemos de interior, si son ingeridos, también son tóxicos, si sólo se les roza con la piel, igualmente pueden generar reacciones alérgicas.

Azalea y juniperus.
La azalea se emplea con frecuencia para crear espacios ajardinados y pequeños paisajes vegetales. La ingestión de hojas o flores puede causar vómitos, diarrea, dolor abdominal, calambres o afectar a las vías respiratorias y causar problemas renales en los gatos. Los arbustos de las variedades juniperus, como el enebro, pueden dar lugar a dolores abdominales y esos mismos problemas renales en los gatos.

Difenbaquia (Dieffenbachia)
Todas las partes de la planta son tóxicas (el látex blanco que circula por su interior es nocivo e irritante), en especial las hojas y el tallo. El contacto directo con la planta puede provocar dermatitis con irritación, enrojecimiento, inflamación y en ocasiones aparición de vesículas o ampollas, Los síntomas tras ingestión de Dieffenbachia son inmediatos, y por tal motivo lo más frecuente es que el animal deje de ingerirla. De todos modos, los síntomas que pueden sufrir son: ardor bucal, inflamación, dolor intenso, salivación excesiva, dificultad para deglutir, edema o hinchazón de cuello, esófago, estómago e intestinos. También vómitos, disnea o dificultad para respirar, y en casos excepcionales, dependiendo de la cantidad ingerida y del peso del animal, muerte por asfixia.
NOTA: Esta planta también es muy tóxica para los humanos y mamíferos en general, provocando los mismos efectos que en los gatos.

Narcisos.
Los narcisos son venenosas para los gatos, especialmente los bulbos. Los narcisos pueden causar igualmente náuseas, vómitos, diarreas y ser potencialmente mortales bajo determinadas concentraciones. Hay que prestar especial atención a los tulipanes. Plantas de bulbo recuérdelo.

Si usted cultiva cebollas en su jardín, los gatos no deben tener acceso a ellas. El motivo es el disulfuro de N-propil que contienen y que puede causar anemia. Tenga en cuenta, por otro lado, que el ajo también resulta tóxico en el mismo sentido para la gran mayoría de los animales domésticos.