En el condado de Jackson, Oklahoma (USA), un perro hizo este trayecto para buscar a su ama que estaba internada en estado delicado por un derrame cerebral. Desde que la encontró, no se separó ni un segundo de ella.
Casey, una perra Sheltie (Shetland Sheepdog), decidió recorrer 20 kilómetros con la esperanza de hallar a su dueña. Con tan sólo su instinto, logró encontrar el hospital donde Oleta, de 91 años, se recuperaba de su delicado estado de salud.
La relación entre Casey y Oleta surgió luego de que Casey fuera hallada con signos de traumatismos por golpes y desnutrición, por Kristen Kelly, nieta de Oleta, en la zona rural del Condado de Jackson en Oklahoma.
Así fue como Oleta, al enterarse del rescate, le pidió a su nieta que le diera la perra como mascota y compañía, sin embargo Kristen al principio se negó, al ver que un perro tan vivaz e inquieto no podía quedarse con una persona con tales condiciones de vejez.
Con el tiempo Oleta consiguió la compañía de Casey, quien se convirtió en su mejor amiga, guardíana y alegría del hogar. Pero un evento inesperado que afectó la salud de Oleta y que casi le cuesta la vida, trajo como consecuencia su traslado al hospital del Condado, por lo que la perra debió volver al cuidado de Kristen, quien luego debido a un viaje que tuvo que realizar, dejó al cuidado de un vecino a Casey y todas sus mascotas. Al tercer día Casey se escapó de la casa del vecino de Kristen.
Y pasaron los días...
Una noche, un asistente del hospital vio un perro con muy pocas fuerzas, sucio y delgado con intenciones de entrar al edificio. Cuando el esposo de Kristen hizo una visita a Oleta al día siguiente, le informaron sobre el visitante de cuatro patas. Él lo vio, pero no estaba seguro de que fuera Casey, por el aspecto que tenía y además porque había desaparecido hace más de 50 días. Pero sí era Casey, y cuando la dejaron entrar fue corriendo a los brazos de Aleta.
Y así, la pequeña perra terminó nuevamente junto a su dueña.
Fuente: Newsok.com
